Al menos cinco personas fueron asesinadas en el municipio colombiano de Corinto, en el sureste del país, durante un ataque armado. Esto ocurre tan solo dos días después del asesinato de cinco indígenas en la región del Cauca.
De acuerdo con la prensa local, dos hombres armados asesinaron a cuatro personas en la vereda Santa Helena y poco después fue asesinada otra persona en la zona del Guasanó. Los cuerpos encontrados tenían huellas de tortura y que habrían sido degollados, comunicó el coordinador del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), José Sauca, citado por El Espectador.
La información fue confirmada por el senador Roy Barreras, a través de su cuenta de Twitter.
El ministro de Defensa colombiano, Guillermo Botero, se unió al rechazo por el asesinato, atribuyéndole el ataque a los cárteles de la droga.
Decenas de personas salieron a la Plaza Bolívar de Bogotá el pasado 30 de octubre para exigir al Gobierno que tome medidas para frenar lo que concideran un genocidio indigena en el país. El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó al Ministerio de Defensa desplegar un operativo de seguridad en la región y sostuvo que el problema más grande es "la presencia de grupos armados residuales".
Anteriormente, y tras las acusaciones de la derecha, el nuevo grupo guerrillero FARC-EP (Segunda Marquetalia), liderado por el exjefe negociador de paz y disidente de FARC, Iván Márquez, había negado tener relación con la masacre de cinco indígenas en zona rural del municipio de Tacueyó, en el departamento del Cauca.
Con información de Sputnik
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