top of page
Foto del escritorAgitación

Tras un mes de bloqueo por coronavirus, Wuhan empieza a sentir los cambios.

*Por Equipo Agitación.

Un mes después del comienzo de la epidemia del nuevo tipo de coronavirus, la ciudad china de Wuhan, que alberga a 11 millones de personas, se asemejaba al escenario de la película sobre el post-apocalipsis. Pero ayer se dio de alta al último paciente, y la ciudad hoy no registra ningún caso por coronavirus.


Wuhan es la capital de Hubei, donde comenzó la infección. Hace un mes se introdujo una estricta cuarentena que detuvo el tráfico y se cancelaron todas las actividades. La ciudad durante este mes permaneció bloqueada para poder combatir al virus. Este bloqueo y la construcción de dos hospitales transitorios, más la remodelacion urgente de otros hospitales, la inclusión de la medicina cubana contra el virus y el destinatario de fondos del Estado para la construcción de tecnologías sanitaria, son el resultado de la hazaña que conquistó la capital de la provincia de Hubei.


Tras 56 días de aislamiento en Wuhan, desde ayer se registraron cero contagios y los médicos empiezan a volver a sus casas. Un total de más de 42.000 médicos que se desplazaron al epicentro de la epidemia para aliviar lo que en enero era un sistema sanitario colapsado, hoy han cumplido su objetivo y vuelven victoriosos a casa, mientras el pueblo los celebra como lo que son, héroes de clase obrera y de la patria.

Estos últimos días, los sistemas de propaganda del Partido Comunista han lanzado multitud de mensajes al mundo mostrando cómo el cierre de ciudades y las cuarentenas masivas han funcionado. Ayer, por primera vez desde que comenzó el brote, en el epicentro, en Wuhan, y en su provincia, Hubei, no se reportó ninguna nueva infección local.


Asi lo aseguró la pasada madrugada la Comisión Nacional de Sanidad. "Sin nuevos casos en Wuhan, China continental redujo el miércoles el aumento de las transmisiones nacionales a cero", dice un comunicado que fue publicado por la agencia estatal Xinhua.


Lejos queda aquel 7 de enero, donde los periódicos locales, y luego los internacionales, informaban por primera vez de esta neumonía que puso en apuros a casi toda China. No era el primer caso de un virus grave en China, en el pasado el país vio la crisis por el virus SARS, pero no fue tan grave como el actual coronavirus.


Dos días después de que se informará por primera ves sobre el virus, la Comisión Nacional de Salud empezó a publicar los datos diarios del incremento de nuevos contagios, las autoridades no le dieron importancia. El gobierno de Wuhan había cometido un error, y fue haber silenciado al médico que apuntó a finales de diciembre que esto era el principio de una epidemia. Error reconocido por el Buro del Partido Comunista.


Más allá del error inicial, ahora a tres meses del inicio del vírus, el gigante asiático está recuperando cierta normalidad gracias a un Estado presente que priorizó el pueblo por sobre otros intereses. Es así que poco a poco algunas ciudades de la provincia de Hubei, cerrada desde hace más de 56 días, empiezan a abrir. Desde Wuhan ya están volviendo a sus casas los más de 42.000 médicos que se desplazaron al epicentro para aliviar lo que en enero era un sistema sanitario colapsado. Y, en el resto del país, en urbes como Pekín o Shanghai, la gente ya ha vuelto a retomar el trabajo en las oficinas y algunos comercios y restaurantes se están animando a abrir.

Pero la preocupación de China ahora reside en los casos importados de otras naciones afectadas por el virus. Es decir, extranjeros o chinos residentes en otros países que traen en la maleta el Covid-19. Hoy se han dado 34 nuevos casos importados. La mayoría (21) en Pekín. Ya van más de 189 desde que se empezaron a contabilizar a medida que los contagios locales iban mitigando. La Comisión Nacional de Salud también reportó ocho nuevos fallecidos, lo que eleva las víctimas en China a 3245 en total con casos locales y extranjeros.


El problema que se ha encontrado China es que muchos de sus ciudadanos que viven en el extranjero, sobre todo en países europeos donde el coronavirus ha entrado con fuerza, han decidido volver a su país porque allí se sienten más seguros. Y es que hoy es más fácil contagiarse en Europa o en América que en China. Por ello, según los datos publicados por el diario Global Times, alrededor de un 90% de los pasajeros que están llegando estos días son chinos.


Al gobierno no le ha quedado otra que decretar una cuarentena obligatoria para todo aquel que entre en el país. Sea chino o extranjero. En Pekín, por ejemplo, les obligan a alojarse en uno de uno de los hoteles dispuestos para aislar a estas personas. También se aumentan las penas para quienes no cumplan la cuarentena obligatoria por ley.


Por otro lado, en la región china de Hong Kong y en Macao todos los que llegan deben someterse a un autoaislamiento de 14 días en su hogar, seguido de dos semanas de vigilancia médica. En el caso de Hong Kong, los retornados deben usar una pulsera electrónica y descargar una aplicación en el móvil que monitor iza todos sus movimientos.

71 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page