La crisis política, económica y social que vive Venezuela generó debates internos en el Frente Amplio, luego de que este viernes el ministro de Economía, Danilo Astori, dijera en el programa Fácil Desviarse de FM Del Sol que el régimen que encabezaba Nicolás Maduro es una “dictadura”, palabra a las que adhirieron enseguida el candidato presidencial Daniel Martínez y el expresidente José Mujica.
Daniel Martínez, candidato a la presidencia por el Frente Amplio, publicaba en su cuenta de Twitter:
" Si, compañero Danilo, para la izquierda el tema de los derechos humanos debe ser siempre un imperativo ético.
El informe Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura. Hay que seguir trabajando en una salida negociada y que el centro sean los venezolanos. "
Las declaraciones llegaron mientras el oficialismo tenía en Venezuela a seis delegados participando en el Foro de San Pablo, un encuentro de la izquierda latinoamericana que finalizó con la aprobación de un documento que apoya el “diálogo” entre el gobierno y la oposición “impulsado por el presidente constitucional Nicolás Maduro”.
Los representantes en Caracas fueron Rony Corbo del Partido Comunista, Carlos Alejandro del espacio 711, Eduardo Mernies del Fidel, Daniel Estévez e Ismael Smith del MPP y Andrés Domínguez del movimiento de las bases, todos integrantes del ala izquierda del oficialismo.
El texto tuvo entre sus redactores a Corbo, y señala que el diálogo “es una expresión genuina de la democracia y de las libertades existentes en Venezuela, razón por la cual es apoyado mayoritariamente por el pueblo en función de dirimir las diferencias por la vía constitucional y pacíficamente, sin injerencias extranjeras."
En diálogo con El Observador, el integrante del Partido Comunista se mostró en desacuerdo con la opinión de los líderes anteriormente mencionados, y dijo que el Frente Amplio no tenía una “posición al respecto”. “Cumplimos con los mandatos que nuestra fuerza política nos dio, de impulsar los diálogos de paz en línea con lo que ha venido desplegando el gobierno”, señaló.
La semana pasada la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio (Carifa) mandató a sus delegados a “no acompañar” declaraciones que se opusieran a las conclusiones del informe elaborado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, y en todo caso proponer una redacción que no ocasionara “problemas políticos” al oficialismo. Eso incluye, entre otros puntos, solidarizarse con el pueblo venezolano, apostar al diálogo para una salida pacífica al gobierno de Maduro y los intentos golpistas de la oposición, rechazar el bloqueo económico imperialista, y oponerse a cualquier intervención extranjera.
Corbo dijo que cumplir con esos mandatos lo hicieron enfrentarse a la “totalidad de los partidos comunistas del continente” que tienen una opinión diferente respecto a lo que ocurre en el país caribeño. La mayoria de los partidos comunistas, a excepcion de Chile, apoyan al gobierno de Maduro y no creen que la salida sea nuevas elecciones como pide en Frente Amplio, ademas rechazan el informe arbitrario de Bachelet.
Entre los integrantes del Foro de San Pablo está el PSUV, el partido de Maduro, el Frente Sandinista liderado por Daniel Ortega, el MAS de Evo Morales, y el Partido Comunista Cubano, liderado por Raul Castro y Diaz Canel.
En el informe de Bachelet se denuncia una "grave crisis humanitaria" y la misma advierte por una proporción "sorprendentemente elevada" de supuestas ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad venezolanas.
Mientras Martínez decía que en Venezuela había una dictadura, el Foro de San Pablo apoyaba la fórmula del Frente Amplio “cuyo triunfo garantizaría la continuidad de las políticas a favor del pueblo uruguayo, y de las leyes que benefician a sectores históricamente postergados como las trabajadoras domésticas, los peones rurales o las personas trans”.
Otro deber que se habían llevado los delegados fue no acompañar apoyos explícitos a líderes políticos cuestionados, aunque esto no ocurrió, ya que al igual que en 2018 el Foro respaldó al gobierno de Maduro como al de Daniel Ortega en Nicaragua, ambos cuestionados por el Frente de gobierno en Uruguay.
Sobre Nicaragua, el texto aprobado denuncia la intervención de Estados Unidos en Nicaragua contra la “Revolución Sandinista, mediante un inaceptable intento de golpe de Estado, derrotado por el pueblo nicaragüense, cuyo derecho a la paz debe ser defendido por todas y todos” y señala que “con sanciones económicas Estados Unidos no logrará derrotar al heroico pueblo de Sandino”.
En los próximos días los delegados presentarán un informe ante la Carifa en el que detallarán su actuación durante el encuentro.
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