Una reciente encuesta del KIIS muestra que el índice de aprobación de Zelenski ha bajado hasta situarse en el 34%. Para los ucranianos, Volodímir Zelenski gobierna hoy Ucrania con los mismos métodos que decía querer abolir cuando llegó al poder.
30 de junio de 2020 | 11:38
Por Brian Cienfuegos.
El 21 de abril de 2019, los ucranianos eligieron con un sorprendente 73 por ciento de apoyo al antiguo cómico y actor Zelenski para tomar las riendas del país. Para muchos, la voz del comediante era una ruptura con el sistema político. Incluso tras el el golpe de estado de 2014, cuando los disturbios de Maidán inclinaron al país hacia la Unión Europea. Tras el golpe, muchos ucranianos mostraban molestias por la falta de transparencia en la política y una lucha consecuente contra la corrupción del gobierno, ademas de inseguridad por parte de los paramilitares de ultra derecha con via libre para actuar en el gobierno de Petro Poroschenko.
Un año de haber ganado las elecciones, la nueva figura de la política ucraniana ha perdido mucho apoyo popular. De acuerdo con recientes encuestas, menos de la mitad de los ucranianos confía en el presidente. Aunque Zelenski consiguió hacer realidad algunas de sus promesas electorales, como por ejemplo, se abolió la inmunidad parlamentaria, en política exterior ha conseguido estar mas cerca de la Union Europea como planteaba, sin embargo la mayor parte de sus promesas electorales aun no estan en su agenda, y tiene presion externa de los sectores que le llevaron a ser presidente.
Aunque Zelenski proceda del mundo televisivo, se le ha relacionado con el oligarca Igor Kolomoysky, dueño del conglomerado empresarial 1+1 Media Group, donde se emitía el programa cómico “Sirviente del Pueblo” que sirvió para catapultar al estrellato al actual presidente y del cual toma el nombre su partido. La influencia de dicho oligarca ha originado siempre toda una serie de rumores sobre si es de verdad Zelenski quien lleva las riendas del país y sus dificultades para librarse de la sombra de Kolomoysky.
Así con la crisis del coronavirus a Zelenski no se le ha ocurrido nada mejor que organizar al país en varias "áreas de responsabilidad" y hacer a determinados oligarcas amigos suyos responsables, por ejemplo, del suministro a los hospitales de material de protección en esas regiones. El hecho de haber implicado a los oligarcas en política le lleva estar en deuda política con ellos.
Ademas, a pesar de las pretendidas reformas y del lavado de cara, Zelenski se ha encontrado con una muy fuerte oposición. El primero de estos es el estamento oligárquico, que no quiere perder su control sobre el destino del país. Otro grupo son los sectores de las Fuerzas Armadas y de seguridad, además de paramilitares y veteranos extremistas, apoyados por toda una amalgama de grupos de extrema derecha ucranianos ya existentes o surgidos después del Euromaidán en 2014. Partes de la intelligentsia ucraniana no ven con buenos ojos los mensajes de unidad de Zelenski y quieren unas políticas prooccidentales más marcadas. Sumado a esto, la irregularidad y la inexperiencia en el gobierno han ocasionado entradas y salidas de diversos ministros y responsables políticos, lo cual ha erosionado la confianza de la población.
Desde el principio, Zelenski fue ideal para el poder en Ucrania, ya que al no tener experiencia política ni trayectoria como político, los distintos poderes que mueven los hilos en el país han tratado de desbaratar o ejercer presión sobre el aprovechando su incapacidad de ser presidente de un país en crisis. A estas presiones se le suman las numerosas propuestas, reformas y nombramientos que fueron bloqueadas por la Rada Suprema (parlamento), por ello, en mayo de 2019, Zelenski afirmó que la Rada no contaba con la confianza del pueblo y la disolvió por decreto, acción similar que en Venezuela (donde se suspendió la Asamblea) a Cabello y Maduro le ha costado con el mas estricto bloqueo económico.
Tras las elecciones parlamentarias al haber disuelto la Rada Suprema, su partido obtuvo el 43% de los votos y 254 escaños de un total de 450, asegurándose así una mayoría con la que poder maniobrar. Claro, hubo partidos como el Partido Comunista de Ucrania que no se le permitieron presentarse a las elecciones.
Así, una reciente encuesta del KIIS muestra que el índice de aprobación de Zelenski ha bajado hasta situarse en el 34%. Según esta encuesta, para los ucranianos, Volodímir Zelenski gobierna hoy Ucrania con los mismos métodos que decía querer abolir cuando llegó al poder.
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