Insfrán decreto la vuelta a la Fase 1, sin garantizar las condiciones para que los trabajadores recuperen las perdidas, y con una militarización de las calles. En este marco muchos formoseños salieron a protestar, la policía reprimió brutalmente y hubo detenidos.
6 de marzo de 2021 | 13:04
El gobernador formoseño Gildo Insfrán decretó nuevamente una vuelta a la fase 1 de aislamiento social obligatorio, tras el registro creciente de casos de Covid-19 en la provincia. La crisis social que atraviesa la provincia genera sin embargo un fuerte malestar ante las nuevas restricciones, ya que no hay medida alguna para paliar sus consecuencias sobre las familias. Por ese motivo se desarrollaron movilizaciones en rechazo a la nueva etapa de cuarentena, las cuales fueron reprimidas con gases y balas de gomas, dejando un saldo de varios heridos.
Tras la violenta represión de la protesta que se generó en la ciudad de Formosa, 92 personas fueron detenidas y, según la Policía, 13 son menores de edad. La fuerza policial aseguró que los menores “ya fueron restituidos” a sus padres.
En definitiva, los detenidos estarían ahora involucrados en una causa por “Instigación a Cometer Delitos, Lesiones Graves, Daños e Inf. Art. 205 del CPA, sustanciado con intervención del Juzgado de Instrucción y Correccional N° 5 de esa ciudad”. Los aprehendidos fueron alojados en la Comisaría Bernardino Rivadavia del lote cuatro, en la octava, en la tercera y en la unidad regional, según informó el diario formoseño La Mañana.
A su vez, en la comisaría octava, en el barrio La Nueva Formosa, se pudo ver a personas reclamando para que liberaran a sus familiares, quienes además denunciaron que los detenidos se encontraban incomunicados. Afortunadamente, la policía precisó que los menores de edad “ya fueron restituidos” a sus padres.
En sus propias contradicciones, el gobernador celebraba con bombos y platillos el regreso a clases, cuando ni las escuelas están en condiciones ni la situación social ni la desidia estatal colaboran a que se garanticen medidas esenciales de cuidado. Se jactaba además de atravesar una situación sanitaria ejemplar a nivel nacional.
El blindaje del gobierno nacional
Ademas de la represión de ayer, hay otras denuncias contra Insfran por los miles de varados en la frontera y luego la violación de DDHH con el hacinamiento forzoso en centros de aislamiento en condiciones inhumanas o la militarizacion de las calles de Formosa, donde se han reportado casos de abuso policial, ademas la denuncia de un sistema de salud vaciado de recursos y personal, cuando la mitad de la población está sumida en la pobreza.
Ante estas denuncias, y la de la brutal represión de ayer, el gobierno nacional respondió sobre la situación en Formosa mediante la Secretaría de Derechos Humanos, donde se aseguró que hay un “uso político” de los hechos. Tambien el jefe de gabinete, Santiago Cafiero dijo que “la violencia nunca es el camino”.
"La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación repudia la violencia ejercida por integrantes de la policía provincial de Formosa sobre los manifestantes que se concentraron en la jornada de hoy frente a la Gobernación", comenzó el comunicado difundido en las redes sociales por el organismo que dirige Horacio Pietragalla.
Ademas, la secretaria aseguro que se trata de una campaña de desprestigio contra el gobierno de Formosa. Propiamente, el comunicado afirma que: "La permanente campaña de desprestigio llevada adelante por los medios hegemónicos de comunicación sobre el gobierno provincial, el constante boicot a las medidas sanitarias excepcionales para hacer frente a la pandemia, el uso político que algunos sectores de la oposición hacen de estos hechos, y la violencia desmedida de algunos manifestantes -que hoy incluso intentaron ingresar a la Casa de Gobierno provincial- no justifican el uso desproporcionado de la fuerza policial en la represión de la protesta".
Precisaron, además, que "después de los hechos, la Secretaría de Derechos Humanos se mantuvo en comunicación con las autoridades provinciales, y con organismos de derechos humanos locales para monitorear la situación de los heridos y los detenidos".
Es la segunda vez que Pietragalla evita cuestionar a Insfrán. En la misma línea se pronunció cuando semanas atrás visitó la provincia en medio de las denuncias por las condiciones en las que estaban los centros de aislamiento para personas con coronavirus.
En esa oportunidad, Pietragalla se reunió con Insfrán tras recorrer los centros de aislamiento y aseguró en conferencia de prensa que en la provincia no se violaban "sistemáticamente los derechos humanos en Formosa".
Por su parte, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero advirtió que nada justifica "la violencia institucional".
"El Estado debe garantizar la libre expresión pacífica de la ciudadanía. En momentos de angustia colectiva, tiene que primar la serenidad. La violencia nunca es el camino. Y mucho menos la violencia institucional", sostuvo el jefe de los ministros.
La de la Secretaría de Derechos Humanos y posteriormente el mensaje de Cafiero fueron las primeras palabras desde el Gobierno en relación con la represión de la policía formoseña.
El oportunismo de la derecha
La demagogia y el oportunismo de la derecha con la utilización política no se hicieron esperar a nivel nacional. Desde la cúpula del PRO y Juntos por el Cambio fue Patricia Bullrich quien repudió la represión. Si, la misma que durante el gobierno de Macri reprimió cuanta manifestación pudo, sin olvidar el asesinato de Santiago Maldonado. No fue la única figura de este espacio en hacerlo. Sin embargo cuando estas mismas represiones y abusos tienen lugar en provincias que ellos dirigen como Jujuy o la Ciudad de Buenos Aires, guardan silencio.
Los sucesos de Formosa no solo desnudaron el lado mas represivo del gobierno nacional, justificando y apoyando a Insfran, si no también desnudó la demagogia política de la oposición de Juntos por el Cambio, que fogoneó la protesta provincial al tiempo que la utilizó para hacer política a escala nacional. El objetivo de la oposición derechista es debilitar al Gobierno para hacer campaña en un año electoral.
Se debe repudiar las represiones a los trabajadores, vengan de donde vengan. Si se callan las represiones en regiones donde se tiene gobierno y se repudia solamente aquellas donde se es oposición, estamos claramente hablando de oportunismo político.
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