El gobierno, mediante su ministro Martín Guzmán, anuncio que pagara US$ 226 millones al Club de París, mientras la situación de crisis actual deja un nivel de pobreza por arriba del 42%. El FdT prioriza la deuda por sobre la clase obrera.
29 de julio de 2021 | 13:10
Para evitar el default que sobrevendría por estas fechas, el Gobierno nacional desembolsará hoy US$226 millones del monto acordado con los acreedores por US$430 millones. El destino final del dinero será distribuido en 40 instituciones, entre ellas al Eximbank de Estados Unidos (se cancelarán US$14,5 millones), Euler Hermes de Alemania (US$514.913, más €65 millones), la Swiss Export Risk Insurance (US$13 millones), Atradius Dutch State Business de Holanda (US$5,7 millones, más €10,2 millones), entre otras.
Este 31 de julio vencía el período de gracia para pagar la última cuota del acuerdo con el Club de París, por US$2400 millones. A finales de junio, el ministro de Economía, Martín Guzmán, llegó a un acuerdo con los acreedores y consiguió un “puente de tiempo” hasta el 31 de marzo de 2022, con un devengado anual de tasa de interés del 9% hasta entonces. Antes de esa fecha, la Argentina deberá abonar el pago parcial de US$430 millones. Hoy se desembolsan los primeros US$226 millones, mientras que el monto restante se cancelará el 28 de febrero del año que viene. Además, el pago se realiza en ocho monedas distintas: euro, dólar estadounidense, dólar canadiense, corona danesa, corona sueca, franco suizo, libra esterlina y yen.
El puente con el Club de París es parte de la reestructuración del vencimiento de mayo que le permitió al Gobierno patear el pago de US$ 2.400 millones. Se trata de la última parte de una deuda originada en 1956 - bajo la dictadura de Aramburu- y que se renegoció, sin cuestionamiento, 9 veces bajo todos los gobiernos que le siguieron. La deuda inicial era de US$ 450 millones de dólares. Luego de entrar en default en 2001, Kicillof vendió como “beneficioso” el acuerdo de 2014, que fue por un monto 20 veces mayor a la deuda original.
Se habla de una estafa, dado que Claudio Lozano, el actual presidente del Banco Nación, criticó el acuerdo de 2014 porque se pagó y reconoció la deuda original que en gran parte se contrajo bajo la dictadura, sin investigar su origen y destino. Ademas se reconoce un aumento de más de 3000 millones de dólares a los acreedores respecto a los últimos registros y sin pasar por el Congreso.
El gobierno prioriza pagar la deuda, mientras la pobreza supera el 42 %. Desde el Frente de Todos utilizan las reservas del Banco Central (BCRA) para pagar una deuda externa, condicionando la economía del país. Claramente el gobierno elige seguir pagándole a los financistas, empeorando así las condiciones de vida de las familias trabajadoras. De yapa en el acto de confirmación de candidatos fue Cristina Kirchner sugirió que no podrá destinar los miles de millones que recibirá del FMI (los DEGS) a las necesidades sociales y sanitarias del momento. Se trata de los más de US$ 4.300 millones que el organismo desembolsará por la ampliación de la cuota a los países miembros en el marco de la pandemia y que llegarían a finales de agosto. Esos activos alcanzarían sólo para pagar el vencimiento de capital de septiembre por US$ 1.880 millones y el de diciembre por otros US$ 1.880 millones; junto a los de intereses por US$ 345 millones en agosto y US$ 370 millones en noviembre.
En el día de ayer, organizaciones de izquierdas realizaron una manifestación para exigirle al gobierno que suspenda el pago de la deuda, además que se investigue la legitimidad de la misma. Es que en estas condiciones no se puede garantizar el pago de la deuda externa, y la misma debe ser investigada.
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