Las acusaciones contra los comunistas de los reformistas y la oposición de derecha recuerdan a las impunes actuaciones antidemocráticas y anticomunistas del Gobierno pro-yanqui de Betancourt y Leoni en los años 60 del siglo XX.
6 de octubre de 2021 | 12:05
En la sesión plenaria de la Asamblea Nacional, correspondiente al martes 14 de septiembre, el Diputado del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), camarada Oscar Figuera, a nombre de nuestro Partido y de la coalición de la izquierda revolucionaria, cuestionó el pacto de elites burguesas en desarrollo para la imposición de políticas neoliberales y, en consecuencia, se pronunció en contra de un proyecto de acuerdo que pretendía aprobarse por unanimidad en el parlamento venezolano en apoyo a los acuerdos de México establecidos entre el Gobierno y la representación de la ultraderecha pro-imperialista. Por supuesto la intervención del camarada Oscar Figuera, quien además es el secretario general del Comité Central del PCV, fue una vez más censurada, las televisoras del Estado (VTV y ANTV) que transmiten todas las deliberaciones que se producen en las sesiones plenarias de la Asamblea Nacional, cortaron su transmisión en vivo desde el Palacio Federal Legislativo justo en el momento que le correspondía hacer uso de la palabra al diputado comunista, impidiendo que nadie que no estuviera presente en la sesión pudiera conocer lo expresado por el diputado Figuera.
Tal descarada violación al derecho a la información, siendo reiterada y sistemática, ya no sorprende a nadie aunque sí causa indignación; pero, en esta ocasión, la agresión directa contra el PCV y su diputado alcanzó un nivel sin precedentes en el debate parlamentario, cuando apenas concluyó su intervención el camarada Oscar Figuera, el Diputado del PSUV, Pedro Carreño, tomó la palabra para acusar al que “acaba de tomar la palabra” de “Delfín de la CIA” y “tarifado del Departamento de Estado”. Por supuesto la intervención de Pedro Carreño sí fue televisada.
Para el PCV está claro que las absurdas y difamantes palabras del aburguesado Pedro Carreño contra el Diputado Oscar Figuera, al igual que las que continuamente profiere el Diputado Jorge Rodríguez y otros personeros de la élite gobernante, en realidad hacen parte del ataque sostenido desde el año pasado contra el Partido Comunista y contra las fuerzas coaligadas en la APR. No son nada casuales ni obedecen a un momento de acaloramiento del debate, sino que expresan el escalamiento en el ataque sistemático contra el Partido de la clase obrera venezolana, pretendiendo descalificar y estigmatizar su firme y clara posición contra el curso de la política entreguista y neoliberal asumida por la cúpula del Gobierno y del PSUV, expresada tal posición no solo en la Asamblea Nacional sino en todas las actividades que desarrolla el PCV, su Juventud Comunista y nuestros frentes políticos de masas, con la finalidad de esclarecer a nuestro pueblo trabajador, víctima tanto de la crisis del capitalismo dependiente y rentista, de las sanciones ilegales y criminales impuestas por el imperialismo yanqui y europeo, así como de las políticas gubernamentales antiobreras y antipopulares en desarrollo.
En ese contexto, el Buró Político del Comité Central del PCV repudia las abominables acusaciones lanzadas irresponsablemente y denuncia el desarrollo de una maquinación anticomunista, que apela a promover el odio irracional contra las y los comunistas venezolanos y, en particular, contra nuestro diputado en la Asamblea Nacional, el único que en ese foro dominado por la derecha oficial y la derecha opositora, levanta la voz de la clase obrera y del pueblo trabajador para denunciar como, a espaldas de las mayorías, se fragua en las élites del poder la entrega de la nación venezolana y la destrucción de los derechos del pueblo para satisfacer las pretensiones de los capitales monopolistas, encubierta en una falsa lucha contra el bloqueo y las medidas coercitivas imperialistas.
Que todos lo sepan, ninguna calumnia ni difamación contra el PCV podrá arrojar sombra alguna sobre la limpia trayectoria pasada y presente de lucha antimperialista, anticapitalista, clasista y revolucionaria, del Partido del gallo rojo. Nuestro pueblo sabe que las y los comunistas venezolanos, con honestidad, sencillez y combatividad, defienden los intereses del pueblo trabajador ante las artimañas criminales del imperialismo yanqui y sus lacayos, y ante la traición de los burócratas y nuevos ricos del reformismo entreguista, que hoy se transan con los enemigos de la patria para preservar sus privilegios a costa del sacrificio de las mayorías populares.
La injuria anticomunista, precedida de la consabida censura mediática, pone de manifiesto la peligrosa tendencia autoritaria, antidemocrática y antipopular que se consolida en la practica política de los que ostentan el poder, en la medida en que -manipulando con una rebuscada retórica seudorevolucionaria- se comprometen con los intereses de la alta burguesía, del imperialismo y de las elites de nuevos ricos surgidos al amparo de la administración irregular y sin control de los dineros públicos; en tanto, se destruye el salario, se desmontan las convenciones colectivas, se imponen la precarización y desregulación del empleo, se persigue y judicializa a luchadores obreros, se favorece a terratenientes en contra de los campesinos pobres, se destruyen las empresas públicas para luego privatizarlas ofreciéndolas como chatarra al capital privado, se libera de impuestos a los capitalistas y se somete al pueblo al IVA y a la hiperinflación dolarizada, además de ofrecer a las empresas transnacionales nuestras riquezas y nuestra soberanía con una fuerza de trabajo semi-esclava, mediante la ley de las zonas económicas especiales.
Con acusaciones destempladas, amenazas, chantajes y practicas de criminalización contra las y los revolucionarios, así como contra líderes obreros y campesinos, las cúpulas del Gobierno y de la derecha opositora defienden el pacto entre las dos principales fracciones burguesas de Venezuela, la fracción asociada a los monopolios estadounidenses y la fracción de los mal llamados “burgueses revolucionarios”, es decir, la burguesía parasitaria relacionada con el actual Gobierno, que se encarga de liquidar todo vestigio del proceso progresista bolivariano iniciado por el Presidente Chávez.
En tales circunstancias, que nos recuerdan las impunes actuaciones antidemocráticas y anticomunistas del Gobierno pro-yanqui de Betancourt y Leoni en los años 60 del siglo XX, reiteramos nuestro llamado a la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo a luchar en defensa de la soberanía nacional, por el rescate de nuestros derechos vulnerados y por recuperar la dignidad popular mancillada, acumulando fuerzas por una salida revolucionaria a la profunda crisis capitalista. De igual modo, llamamos al movimiento comunista internacional a redoblar la solidaridad con los comunistas venezolanos y con nuestro pueblo trabajador, ante las amenazas que se ciernen contra las fuerzas revolucionarias venezolanas en la medida en que las fracciones burguesas y sus representantes políticos pactan una gobernabilidad en favor de las clases dominantes.
Fuente: Tribuna Popular.
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