Noventa días pasaron desde el 17 de octubre del 2019, el día en que miles de personas salieron por primera vez a las calles del Líbano para manifestarse en contra de la élite gobernante, tras la falta de políticas públicas y la decadente situación económica.
Esta mañana, los manifestantes regresaron a las calles y el humo de los neumáticos en llamas volvió a cubrir las rutas de las principales urbes del país del cedro, después de varias semanas de relativa calma, luego de la designación de Hassan Diab como primer ministro a mediados de diciembre.
En la capital, cientas de personas regresaron por la mañana al Puente del Anillo de Beirut, obstruyendo vehículos, quemando llantas y enfrentándose con el personal de seguridad. Varios manifestantes resultaron heridos.
“Tenemos derechos dentro de nuestro estado. Nos han obligado a luchar por nuestra libertad y permaneceremos aquí, contra un gobierno de cuotas sectarias, hasta que obtengamos todos nuestros derechos", dijo Sahar Gharios, de 51 años, a un medio local.
En la norteña ciudad de Trípoli y en la provincia de Akkar, los manifestantes se sentaron en las calles y también bloquearon varias carreteras con neumáticos o ladrillos en llamas.
Al sur, en Sidón, grupos de protestas bloquearon carreteras desde las primeras horas de la mañana. Otros armaron carpas en medio de intersecciones de calles del centro, lo que provocó nuevos enfrentamientos con el Ejército libanés. Cinco personas resultaron heridas en el lugar y las fuerzas de seguridad detuvieron a un hombre.
Además, decenas de estudiantes universitarios de la ciudad sureña no asistieron a las clases este martes por la mañana y acompañaron el movimiento, ayudando a los manifestantes a cerrar instituciones públicas como Electricité du Liban, Ogero y la Autoridad del Agua del Sur del Líbano. Otros se congregaron frente al Palacio de Sidón para exigir, entre otras cosas, la modernización del currículum educativo.
"El objetivo hoy de esta protesta es revivir la revolución y mostrar a los gobernantes que la revolución se mantendrá, y nadie puede eliminarla", dijo Rabie Al-Zain, un activista que protestaba al norte de Beirut.
El Líbano enfrenta su peor crisis económica en décadas, con la moneda local cayendo en picada ante el dólar, perdiendo más del 60 por ciento de su valor en el mercado negro en las últimas semanas.
Mientras tanto, los bancos han impuesto controles informales de capital que limitan el retiro de dólares y las transferencias extranjeras en el país, que depende en gran medida de las importaciones de bienes básicos.
El pánico se ha instalado entre los residentes que temen que sus depósitos estén en peligro. Las protestas a nivel nacional durante tres meses no han logrado presionar a los políticos para que formen un nuevo gobierno para instituir reformas drásticas.
Hassan Diab, el primer ministro interino tras la renuncia a fines de octubre de Saad Hariri, hasta ahora no ha logrado formar un gobierno de emergencia en medio de divisiones políticas y disputas por el poder.
Fuente: http://www.diariosiriolibanes.com.ar/Actualidad/Libano/Manifestantes-libaneses-vuelven-a-las-calles?fbclid=IwAR3S8IKkMeP4DivkJT36ayEHIMzPv1MZD1EkHoxz1wUl1GbHTJ1m0oG1vms
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