El flamante presidente, Luis Arce, reivindicó en su discurso de este domingo la “diplomacia de los pueblos” y los principios de no intervención, no alineamiento e igualdad de los estados.
9 de noviembre de 2020 | 10:34
El mandatario planteó encarar la integración de la región a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que calificó como “la mejor vía para conquistar tan noble e histórica causa; volvemos a hacer nuestra resolución de la Celac de 2014, cuando declaramos a América Latina y el Caribe como un territorio de paz”.
Respecto a la subregión, propuso “la recuperación de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)” como un espacio de integración en el que los países de América del Sur “nos encontremos todos independientemente de la orientación política de los gobiernos”.
Durante su discurso, Arce le dijo a la comunidad internacional que Bolivia es una nación soberana, con un gobierno nacido en las urnas, cuya “voluntad es trabajar por un mundo multipolar en el que no exista la supremacía de ninguna nación”.
En el pasado reciente, el gobierno de transición de Jeanine Áñez advirtió que no participaría en las reuniones de la Celac convocadas por México, al que acusó de ” vulnerar los procedimientos institucionales e intentar establecer una agenda propia”, tras la decisión de México de “desconocer las atribuciones” de la presidencia pro tempore ejercida por La Paz durante 2019; la Cancillería boliviana calificó de “inamistosa” la conducta de México, que se mostraba “reticente a reconocer” a Áñez y criticó el asilo otorgado en territorio mexicano al expresidente Evo Morales.
Entonces, México recordó que la decisión de estar al frente de la Celac fue tomada por consenso durante la 74º Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.
La Unasur está prácticamente desarticulada después de que presidentes de varios países se retiraran arguyendo un manejo ideológico de ese mecanismo de integración.
Fuente: Correo Del Sur
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