Mientras continúan las protestas pidiendo la salida del presidente Jovenel Moïse, este sábado organizaciones sociales y partidos políticos sentaron las bases programáticas para un futuro gobierno provisional.
Tras debatir durante el sábado y domingo en Puerto Príncipe, la capital de Haití, representantes y referentes de partidos y organizaciones políticas y sociales de la oposición consensuaron un documento que propone una serie de medidas en caso de que renuncie el actual mandatario Jovenel Moïse.
En el encuentro estuvieron presentes las organizaciones Foro Patriótico, Mache Kontre, Pasarelle y la Alternativa Consensual para la Refundación de Haití, así como la Oposición Institucional. Estas fuerzas a su vez conforman la Mesa de Concertación para una Entendimiento sobre la Transición.
El documento elaborado propone la preparación y votación de una nueva Constitución, la creación de una conferencia nacional soberana, llamado a elecciones, una reforma judicial y organizar juicios por malversación de fondos públicos, entre otros temas.
Cabe recordar que una de las principales causas que desataron el levantamiento popular fueron los hechos de corrupción que involucran al presidente Moïse y gran parte de los funcionarios del gobierno. Todos están acusados de malversar fondos por más de dos mil millones de dólares provenientes del programa Petrocaribe.
Esta iniciativa fue lanzada por el ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en 2005 para ayudar a otros países en el suministro de petróleo a precios blandos y financiar proyectos de infraestructura social y energética.
Sobreprecios, sub ejecuciones, contratos yuxtapuestos, obras fantasmales, liquidación precoz de fondos, evasión fiscal y nepotismo son algunas de las denuncias que involucran a los miembros del Ejecutivo.
Uno de los puntos donde hubo diferencia en el debate fue sobre quién será el presidente del gobierno provisional. Finalmente se acordó que éste sea un juez de Casación que estará acompañado por un primer ministro de la oposición.
“Tras la partida del presidente de la República, será sustituido por un juez del Tribunal de Casación. Y el parlamento quedará automáticamente obsoleto”, afirma el texto.
Son varios los desafíos que enfrenta la oposición en Haití para mantener una unidad heterogénea, tanto social como políticamente y a su vez avance en organicidad como en acuerdos programáticos. Los une el objetivo de sacar a un gobierno al que califican como “neoliberal, antipopular, ilegítimo y antidemocrático”.
Mientras tanto, el próximo 15 de noviembre se cumplirán dos meses de insurrección popular en una situación económica y social de 20% de inflación, 70% de desempleo y más de 60% de la población por debajo de la línea de la pobreza. Un escenario al que se suma la paralización de la actividad económica y el desabastecimiento energético, que deja a la isla al borde de la crisis humanitaria.
Fuente: Nodal y Notas.
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