El partido de izquierda, Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA, ha acabado con el bipartidismo en Irlanda en las elecciones generales de este sábado. La dublinesa Mary Lou McDonald, candidata de Sinn Fein, ha sabido movilizar a los afectados por las desigualdades que han creado nueve años de gobierno del democristiano Fine Gael (FG) y de su primer ministro, Leo Varadkar, aún cuando este llegaba a estos comicios con el viento de cara, pues la economía nacional crece al ritmo más alto de Europa y roza el pleno empleo. La derecha venía bien a las elecciones, el jefe del Ejecutivo de Dublín se había apuntado de éxitos internacionales tras desempeñar un papel clave en las negociaciones sobre el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), obteniendo importantes garantías para amortiguar el impacto de este divorcio en Irlanda. Sin embargo los resultados de las elecciones de Irlanda dieron una respuesta distinta a Inglaterra, donde Boris Johnson salió favorecido de la salida de la UE, conocida como Brexit. "El Sinn Féin ha logrado convencer a la gente de que somos la alternativa, el vehículo para lograr el cambio" señalo hoy McDonald, quien lidera el partido desde el 2018 en sustitución del histórico Gerry Adams. McDonald ha obtenido el mejor resultado de su Partido en unos comicios generales, después de varias legislaturas en las que se estancó como tercera fuerza nacional, a cierta distancia de FG y del centrista Fiana Fáil de Micheál Martin, los partidos que se han repartido el poder desde la creación de este país hace casi un siglo. El mensaje antiausteridad ha sido parte del éxito de McDonald y ha sido fuerte influyente entre los más jóvenes, obteniendo el 31,8 % de votos de aquellos con edades de entre 18 y 24 años, frente al 15,5 % del FG, según los sondeos. Una encuesta efectuada a pie de urna indica que el FG de Varadkar recibió el 22,4 % de sufragios, por el 22,3 % del Sinn Féin y el 22,2 % del FF, principal fuerza de la oposición en la pasada legislatura bajo la dirección de Micheál Martin. El recuento de votos de los comicios, que comenzó este domingo y aún no termino, determinará el reparto final de escaños en la Cámara Baja de Dublín, de 160 diputados, si bien las primeras proyecciones otorgan 41 asientos al FF, 39 al FG y 36 al SF, lejos todos de la mayoría absoluta. En este contexto, las tres primeras fuerzas necesitarán buscar apoyos para gobernar entre diputados independientes y las formaciones minoritarios, como los verdes o laboristas. De adelanto, y como era de esperarse, democristianos y centristas han reiterado que no formarán un Ejecutivo con el Sinn Féin por su pasado violento y sus políticas económicas, que tachan de populistas. A este respecto, McDonald, quien representa a una nueva generación de republicanos sin relación con el IRA o el pasado conflicto, opinó hoy que el bipartidismo “sigue negando” la evidencia e “ignoran” el mensaje que ha enviado el electorado en estos comicios. “Quiero tener un Gobierno para el pueblo. Lo ideal sería un Gobierno en el que no estén ni Fine Gael ni Fianna Fáil. He empezado a contactar con los otros partidos para explorar durante los próximos días nuestras posibilidades”, dijo la líder del Sinn Féin. Con esas palabras, McDonald negó que se haya puesto en contacto con Varadkar o Martin, como habían informado erróneamente durante la jornada.
“Lo que sí quiero decir es que, de ninguna manera, aceptaré que se excluya, o se hable de excluir a nuestro partido, un partido que representa a casi un cuarto del electorado. Eso sería antidemocrático”, subrayó McDonald. Agregó que una parte del electorado le ha dado un mandato para resolver la “crisis de la vivienda”, el deterioro de la sanidad pública y la precariedad en la que viven “muchas familias trabajadoras”, quienes, dijo, no se han beneficiado de la “recuperación económica de la que tanto hemos oído hablar”. En caso de llegar al poder, McDonald también ha fijado el objetivo de convencer al Gobierno británico para que acepte celebrar un referéndum sobre la reunificación de Irlanda, la aspiración histórica de los republicanos. El Brexit ha renovado los esfuerzos del Sinn Féin al respecto, después de que la mayoría del electorado de Irlanda del Norte, donde es el segundo partido regional, votó en contra de ese divorcio en el referéndum de 2016.
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