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El Grupo de Puebla llamó a la unidad de la región para frenar el “desembarco fascista”

El Grupo de Puebla realizo un llamó a la unidad de las fuerzas de izquierdas y progresistas en la región para frenar el “desembarco fascista”.


1 de diciembre de 2021 | 11:30


Con un llamado a la unidad de América latina para enfrentar a la amenaza de la extrema derecha comenzó este martes el séptimo encuentro del Grupo de Puebla, denominado “¡Cambio ahora!”. El foro de debate que agrupa a decenas de líderes progresistas de Latinoamérica y España celebró, durante una asamblea que volvió a ser presencial desde Ciudad de México, la victoria de Xiomara Castro en Honduras y confió en los triunfos de Gabriel Boric en diciembre en Chile y de Luiz Inácio Lula da Silva el próximo año en Brasil. Tampoco estuvo exento en el debate la preocupación frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia de coronavirus.


Al encuentro del Grupo de Puebla en la capital mexicana asistieron la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de Ecuador, Rafael Correa, de Paraguay, Fernando Lugo, y de Colombia, Ernesto Samper, entre otros. También participaron de forma remota el presidente de Argentina, Alberto Fernández, su par de Bolivia, Luis Arce, y el expresidente de Brasil, Lula da Silva.


Unidad para negociar “en pie de igualdad”


“América latina junta puede mucho”, expresó el expresidente de Brasil, Lula da Silva, durante el séptimo encuentro celebrado por el foro regional, el tercero de forma presencial. Lula dijo que se debe trabajar para “reconstruir la unidad de América latina y el Caribe” porque “juntos podemos negociar en pie de igualdad con China, con Estados Unidos y poder tener acuerdos más favorables con la Unión Europea”.


El líder de la izquierda brasileña y potencial candidato presidencial en 2022 señaló que, si trabajan de manera colectiva, los países latinoamericanos pueden exportar productos con valor agregado y no solo materias primas. En otro tramo de su intervención, Lula advirtió que “la ONU ya no representa lo que representaba” y que, por ese motivo, se necesita “una nueva gobernanza mundial que tenga autoridad moral para resolver conflictos, que construya más igualdad en el mundo”.


La pandemia de covid-19 fue uno de los temas más abordados por los líderes presentes en el encuentro. Lula señaló que ésta empeoró la situación de los latinoamericanos, debido a que hoy existen varios trabajadores que perdieron sus empleos, migrantes y personas que pasan hambre. Por su parte el presidente de Bolivia, Luis Arce, pidió “tomar medidas conjuntas para cuidarnos entre todos” y favorecer la distribución de vacunas a nivel mundial.


Alerta ante el “desembarco fascista”


Aludiendo al presente de Bolivia, Arce alertó sobre un “reagrupamiento de la derecha” que busca generar las “condiciones” para repetir un “golpe de Estado” como el que existió contra Evo Morales en 2019. “Empiezan a esgrimir argumentaciones para deslegitimar la ganancia de una contienda electoral muy clara y tratar de desgastar al gobierno. Es un tema que me gustaría dar a conocer”, dijo el mandatario en línea con lo expresado el lunes en La Paz, durante el cierre de la multitudinaria “marcha por la patria”.


En esa misma línea, el expresidente colombiano Ernesto Samper advirtió un “desembarco fascista” en la región, un tema denunciado también por varios de los exmandatarios presentes, como el ecuatoriano Rafael Correa y el español José Luis Rodríguez Zapatero. “Ese desembarco fascista no nos da miedo. Tenemos con qué enfrentarlo”, concluyó Samper. En ese sentido, Correa consideró que “la derecha judicializa la política para ganar lo que no ganó en las urnas”.


“El Grupo de Puebla debe servir para generar pensamiento latinoamericano” ante el neoliberalismo, expresó el expresidente ecuatoriano. “Hoy que nos quieren convencer de que las ideologías están de más, es cuando más vigente debe estar el debate ideológico. Nuestra ideología, la ideología progresista, debe ser la supremacía del ser humano sobre el capital, en un mundo absolutamente dominado por el imperio del capital”, señaló.


Sobre ese punto, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff consideró que en América latina las democracias están “atacadas” y puso como ejemplo el derrocamiento del hondureño Manuel Zelaya en 2009, su propia destitución en 2016, la salida de Evo Morales de Bolivia en 2019 y que ahora “están atacando” al presidente peruano, Pedro Castillo, con un juicio político en su contra.


Elogios a Xiomara Castro y Gabriel Boric


Más allá del temor frente a la “derechización” de la región, también hubo tiempo para celebrar el triunfo de la candidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, que pondrá fin a 12 años de gobierno del Partido Nacional. El expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, aseguró que la victoria de Castro en las urnas fue “transparente y alegró a todo el continente”. “Ese viento suave ojalá se convierta en un huracán que nadie pueda detener”, expresó.


Al respecto, el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, sostuvo: “Xiomara Castro será la primera presidenta de Honduras en la historia. Es una noticia muy importante, importantísima en esta Centroamérica siempre con tantos problemas sociales”. Zapatero también mostró “todo el apoyo” al candidato chileno de izquierda, Gabriel Boric, en la segunda vuelta de las presidenciales de diciembre frente al ultraderechista José Antonio Kast, para que Chile “no regrese a un pasado que nos duele y nos conmueve”.


“La victoria de Lula en Brasil va a cambiar el continente y el orden internacional y ojalá una alianza estrecha entre México y Brasil con dos presidentes progresistas en un momento tan decisivo históricamente”, agregó el exmandatario español sobre un eventual triunfo del brasileño en las elecciones del próximo año.


El Grupo de Puebla cuenta con 54 líderes progresistas de 16 países. El séptimo encuentro del foro regional tiene lugar en la Ciudad de México este martes y continuará con las actividades pogramadas para el miércoles. Sus ejes centrales son el debate sobre nuevos modelos solidarios de desarrollo y la definición de una agenda progresista para el continente tras las profundas consecuencias políticas, económicas y sociales que generó la pandemia, según señalaron los organizadores.


Fuente: Página 12.

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