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El gobierno argentino anunció la reestructuración del 99% de la deuda externa

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron este lunes por la tarde el resultado del canje de la deuda con los acreedores privados. El canje tuvo una adhesión del 93,5% y por la aplicación de las CAC se reestructuró el 99% de la deuda.


2 de septiembre de 2020 | 12:16


El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron este lunes por la tarde el resultado del canje de la deuda con los acreedores privados bajo legislación extranjera opr USD66.238 millones. La oferta consensuada con los bonistas liderados por BlackRock tuvo una adhesión del 93,5% y, producto de la aplicación de las cláusulas de acción colectiva (CAC) se reestructuró el 99% de los títulos en juego.


“La oferta tuvo una aceptación masiva de parte de nuestros acreedores, furto del proceso de diálogo que se estableció en los pasados meses, y lo que hoy tenemos es que el 99% de la deuda pública bajo legislación extranjera ha quedado reestructurada”, precisó Guzmán. Y agregó: “Esto se condice con una adhesión al canje del 93,5%, que por obra de las CAC eleva el porcentaje reestructurado al 99%”.


El 1% restante corresponde a acreedores que quedaron fuera del canje. Ocurre que, según información del mercado, en una o dos series de los bonos Par emitidas en el canje de 2010 el Gobierno no alcanzó el 66% de aceptación que imponen las CAC para forzar a todos los tenedores a ingresar a la operación. El principal foco está en la serie en euros. Como contó BAE Negocios, estas series pequeñas eran las peleadas. Así, los holdouts tienen en sus manos alrededor de USD600 millones.

El canje cerró el viernes pasado pero la liquidación del mismo, es decir, la conversión propiamente dicha de los títulos se realizará este viernes 4 de septiembre. Ese día, el país saldrá formalmente del default. El próximo lunes los nuevo títulos ya cotizarán en el mercado.


El anuncio, que implicó la consumación de una de las primeras grandes prioridades del Ejecutivo, se realizó en el Museo del Bicentenario, contiguo a la Casa Rosada, en un acto que contó con la participación de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la mayoría de los gobernadores y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y otros legisladores.


Así Argentina busca hacer frente a los vencimientos, que suman en las próximas dos décadas cerca de 95.000 millones de dólares. Esto es casi cuatro veces todo lo que recaudó el Estado nacional en el primer semestre del año. Por este motivo, algunas consultoras de centros financieros internacionales consideran que «Argentina no va a incumplir sus obligaciones en los próximos cuatro años, porque tiene muy poca deuda que saldar. Pero después del quinto año… todas las apuestas se han terminado» (Financial Times, 31/8).


Guzmán destacó que, junto al canje de deuda en dólares bajo ley local, cuyo período de aceptación temprana cierra este martes, el alivio en los pagos de deuda para la próxima década será de USD37.700 millones respecto del perfil de vencimientos actual. En los primeros cinco años, la reducción será de USD42.500 millones. Además, puntualizó que la tasa de interés promedio bajará del 7% al 3,07%.


“Si Argentina hubiera tenido que afrontar esa carga de deuda, habría sido devastador para cualquier proceso de desarrollo. Impicaba más ajuste en un momento de recesión, que era el camino que se había seguido en los dos años previos”, resaltó.


El funcionario agregó que el canje fue fundamental tanto para generarle “alivio al sector público” como para permitir una mayor estabilidad cambiaria y para que las empresas privadas puedan tener acceso a un mejor financiamiento.

“Celebremos”, enfatizó a su turno Fernández y aseguró: “Ahora podemos pensar otra Argentina, en cómo recontruirse”. “Hoy despejamos un obstáculo que nos impedía pensar en esto. En breve espero que superemos el obstáculo de la deuda con el FMI”, remarcó en referencia a la agenda pospandemia que el Gobierno buscará instalar a partir de ahora.


El Presidente agradeció a por la colaboración en el proceso de negociación con los bonistas al Papa Francisco; a los mandatarios de México (Andrés Manuel López Obrador), de Italia (Giuseppe Conte), de España (Pedro Sánchez), de Francia (Emmanuel Macron) y de Alemania (Angela Merkel), a los gobernadores, al Congreso y a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.


Además, cuestionó el proceso de endeudamiento y el ajuste impulsado por el gobierno de Cambiemos. Tanto Fernández como Guzmán llamaron a un “nunca más a los ciclos de endeudamiento insostenible”.


En ese sentido, el Presidente dijo que construir “un país sostenible” va más allá de la deuda, sin que implica un hacer que “todos encuentren un lugar para tener un trabajo y alimentar a sus familias”.


La Ley de Presupuesto 2021


Por otra parte, Guzmán anunció que el 15 de septiembre enviará al Congreso el proyecto de ley de Presupuesto para 2021, que mostrará “el rol decisivo que el Estado tendrá en la recuperación de la economía” en el contexto de recesión que se vive. “Mostrará el marco fiscal y financiero sobre el cual se asentarán las políticas públicas en pos de la recuperación”, afirmó.


“La idea es generar políticas públicas en pos de ir generando capacidad de crecimiento de las exportaciones que es necesaria para ir generando las divisas que le permiten a la economía doméstica poder sostener su crecimiento”, agregó el funcionario.


Además, adelantó que el déficit fiscal primario que proyectará el Presupuesto será del 4,5% del PBI y explicó que “será lo suficientemente grande como para tener la capacidad de impulsar la economía pero también lo suficientemente contenido en función de la capacidad de financiación que tenemos”.


Se trata de un porcentaje elevado, pero significativamente menor al cerca de 8% que prevé para este año producto de la coronacrisis. Además, constituye una señal de cara a la negociación con el Fondo, que presionará por recorte mayor.


La negociación con el FMI y el impacto en la clase obrera


Por otra parte, Guzmán recordó que el Gobierno inició la semana pasada las negociaciones formales con el FMI y señaló que el préstamo que Macri tomó “no generó ningún shock de confianza positivo”, por lo que “hoy no hay cómo pagarlo”. “Buscamos tener un nuevo acuerdo que nos dé el financiamiento para justamente poder pagarle al mismo Fondo”, apuntó.


Sin embargo, según Marcelo Bonelli, se habría filtrado un paper confidencial después de la reunión virtual de los funcionarios argentinos con el organismo, en el que se detalla la receta del pago de la deuda. Ahí se incluye, además del plazo de dos años para equilibrar las cuentas fiscales, la ejecución de una reforma tributaria, modificar el régimen jubilatorio para volver a una fórmula de ajuste de haberes atada principalmente a la recaudación, y una reforma laboral. Parte de este plan ya empieza a asomar, con la medida de eximir a las patronales de los aportes previsionales, de manera tal que serán los fondos de los jubilados los que cubran las subsidios al capital. Lo mismo vale para el objetivo de incrementar la base de contribuyentes que pagan Ganancias, es decir extender la cantidad de asalariados alcanzados por el gravamen.


Por otro lado, la caja no alcanza para satisfacer todos los reclamos patronales, y son unos pocos los rubros que el gobierno piensa estimular. Gran parte de la industria seguirá su curso recesivo, simplemente porque su reactivación implicaría incrementar la importación de insumos, lo que haría que se escapen dólares. Los mimados por Fernández-Guzmán serán las petroleras, para evitar tener que importar gas el próximo invierno, y la exportación agraria, que brega por quedar exenta de retenciones y Ganancias. En conclusión, los estímulos oficiales irán a parar al bolsillo de pulpos imperialistas hidrocarburíferos y exportadores.


Con información de BAEnegocios.

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