En su discurso por el aniversario del inicio de su mandato, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel Lopez Obrador mostró la figura de un jefe de estado responsable y cercano a las problemáticas de su pueblo. Los principales ejes del discurso de Obrador fueron sus logros en materia de lucha contra la corrupción (Resaltando de manera brillante los beneficios económicos que trajeron estos) y en economía, marcando una seria diferencia con los anteriores gobiernos neoliberales. El accionar de Obrador (como la venta de el avión presidencial, la rebaja de su sueldo y el de los altos funcionarios y la discolución de la guardia presidencial y su incorporación a la guardia nacional) muestran a un líder austero y allegado al pueblo, lo cual le permite generar consenso en la población. Hay que agregar que sus dichos sobre la economía mexicana - la creación de empleo con los programas gubernamentales, el aumento en la inversión petrolera, el fortalecimiento del peso mexicano y la expansión de la seguridad social - son municiones para que los militantes del proyecto político de la cuarta transformación puedan sumar gente a la base de apoyo de la presidencia, sin tampoco olvidar los logros en seguridad - reestauración del fraude electoral y la corrupción como delito grave, la consolidación de la guardia nacional, y la reducción del robo de combustible o huachicoleo en un 94, entre otros - como demostración de la capacidad de AMLO de encarar las problemáticas de la sociedad aún siendo un lider progresista.
En este artículo se busca analizar que representa este discurso y como juega en la política, sin despreciar sus apreciaciones sobre la salud y la educación dado que son factores fundamentales para la soberanía de los pueblos, y también fueron una de las bases para la construcción de la fuerza política de AMLO y su partido político llamado MORENA - partido que cuenta con mayoría absoluta en cámara de diputados y una presencia muy fuerte en cámara de senadores - actualmente la primer fuerza política de México, para eso debemos analizar los inicios del gobierno de la cuarta transformación.
Al ganar las elecciones se llevaron a cabo tres decisiones que dieron indicios a la política de gobierno de Obrador, la primera fue la apertura de la casa de gobierno para que la gente pueda visitarla, el recibimiento del bastón presidencial por parte de dirigentes indígenas y un discurso cargado de golpes hacía el período de abandono de los ideales de Lázaro Cárdenas y la adopción del neoliberalismo. Esas decisiones se ven reflejadas en el gobierno actual, dado sus buenas relaciones con la comunidad indígena (llegando a crear una secretaría enfocada en esos asuntos), la negativa de Obrador de vivir en la residencia presidencial y utilizar escoltas al recorrer localidades, y sus políticas de desarrollo como la construcción de refinerías de petroleo para alcanzar la soberanía energética.
¿Nueva reforma militar?
La instauración de la guardia nacional es quizás el mayor logro de AMLO en materia de seguridad. Este cuerpo armado conformado por efectivos de la policía federal, el ejército, y la marina mexicana logró ser aprovado por el congreso y ya se encuentra en funcionamiento en más de 150 localidades. Además de los beneficios económicos, los integrantes de la guardia recibiran entrenamiento militar y formación en materia de derechos humanos e instrucción cívica. Esto sumado a que los miembros de la guardia pueden ser sometidos a juicio por delitos como mal uso de la fuerza, violación a los derechos humanos, asociación ilícita, etc, puede ser tratado como una orientación distinta al actual de las fuerzas armadas y de seguridad de México.
Giro en política exterior. A pesar del retroceso que representó la obediencia de la orden de Trump de militarizar la frontera sur, el hecho es que AMLO hasta ahora a tomado decisiones de corte progresista en cuanto a su política exterior, su negativa a participar en las agresiones a Venezuela, su disposición a proteger a las empresas mexicanas en Cuba contra el bloqueo, sus propuestas de desarrollo en Centroamérica para frenar la migración masiva, todo esto apunta a que la presidencia de México va a ver cambios radicales en su forma de gobernar a comparación de sus anteriores jefes de estado.
¿Qué podemos esperar?
Si bien sabemos que en México no asumió un gobierno socialista ni, mucho menos, comunista y que la burguesía nacional esta presente en la coalición de gobierno, podemos ver los cambios que propulsa Obrador como un terreno fértil para la organización de los trabajadores, así como un escenario propicio para el resurgimiento de una oleada de gobiernos progresista en América Latina, esperando que México (dentro de su contexto) consolide un gobierno similar al de Bolivia, donde se están sentando las bases para el salto hacia el socialismo, o al menos se disponga a fortalecer la unidad latinoamericana frente al intento destructivo de unidad de los pueblos, llevado a cabo por el imperialismo y sus agentes regionales presidiendo en muchos países de la región.
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