Hace 82 años que SanCor tiene existencia en Argentina y lideraba el mercado de lácteos. Hoy la cooperativa entró en crisis y esta a la venta.
En este marco se reportaron despidos masivos a más de cien repositores ofreciéndoles a cambio la mitad de la indemnización y en cuotas como “retiro voluntario”.
En 2016 la empresa vendió las líneas de yogures, flanes y postres y en 2017 recibía del gobierno de Mauricio Macri $4.500 millones del programa Fondear en calidad de ayuda para “financiar su reestructuraciòn”. Hace más de un año comenzó con suspensiones y despidos encubiertos. Hoy no paga ni las indemnizaciones de los que aceptaron el “retiro voluntario”.
Son en total más de 100 familias, casi todos repositores de la zona norte, sur, este y oeste de Buenos Aires, las que podrían ser despedidas, aunque bien según los propios trabajadores, no se sabe qué va a pasar con ellos. SanCor le pidió a sus trabajadores un “aporte solidario” del 15% de su sueldo, arreglo que ya esta acordado con el sindicato que arreglo a espaldas de todos. El sindicato en cuestión es Atilra, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, dirigido por Héctor Luis Ponce.
SanCor se quedó con seis plantas, tres en Santa Fe (San Guillermo, Sunchales y Gálvez) y otras tres en Córdoba (Balnearia, Devoto y La Carlota). El año pasado vendieron a Adecoagro dos plantas con las marcas Las tres niñas y Angelita incluidas, por una suma de 45 millones de dólares. Esta empresa es una gigante alimenticia que crece en manos de negocios agroindustriales y que cotiza en Nueva York.
La intención de Adecoagro es que SanCor deje de ser una cooperativa y pase a ser una Sociedad Anónima. La Nación, TN y Ámbito Financiero llevan anunciado de diferentes formas este accionar de la multinacional, desde el 2018, a pesar de que la compra del 90% de las acciones no se concretó, sus adquisiciones son importantes en el mundo lácteo.
Ya en noviembre de 2019 SanCor cerró una logística en Tucumán y en 2018 clausuró su distribuidora de Bahía Blanca, dejando en total a 90 familias en la calle. La mayoría de los afectados posee más de diez o quince años de antigüedad.
Esta liquidación de la empresa Sancor, sumada a la falta de un plan de lucha y compromiso del sindicato Atilra, podría llevar a que los trabajadores que trabajaron durante años en la fábrica y en los repartos se queden en la calle sin nada en otro nuevo ajuste del empresariado argentino tras la crisis económica que vive el país que ya ha dejado más de 4 millones de desempleos durante la gestión Macri.
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