Ocurrió el 17 de agosto, el Partido Comunista de Rusia tomo la avenida Sájarov de Moscú para exigir “elecciones limpias”. A la movilización acudieron más de 4.000 personas, según informó la dirección capitalina de la Policía.
“En la actividad pública acordada con las autoridades de la ciudad en la avenida Académico Sájarov participan cerca de 4.000 personas”, señaló la entidad.
Según la organización “Contador Blanco”, encargada de llevar las estadísticas de los participantes en acciones públicas, a las 12.45 hora local (9.45 GMT) en el mitin participaban más de 3.900 personas.
El líder comunista, Guennadi Ziugánov, llamó a los presentes a sumarse “a la unión de las fuerzas estatales-patrióticas” y defendió el restablecimiento de una Unión Soviética “renovada”, además crítico al gobierno capitalista de Putin.
“El lema principal: ni un solo voto para Rusia Unida”, expresó, al desmarcarse del partido del Kremlin en un llamado a votar por “los diputados populares, los diputados del Partido Comunista”.
El candidato a la Duma de Moscú por el Partido Comunista de Rusia, Vladímir Kumin, informó a los presentes que la formación política designará a tres observadores por colegio electoral.
“Crearemos nuestro ‘contador rojo’ que atenderá las elecciones en lugar del ‘Contador Blanco’, en cada colegio tendremos al menos tres observadores”, afirmó y llamó a los presentes a participar como voluntarios en esta iniciativa.
Kumin expresó su confianza en que el Partido Comunista vencería en las elecciones del 8 de septiembre, ya que “la oposición está fuera de borda, y las autoridades están noqueadas”, con lo cual la formación se distancia tanto de la oposición no parlamentaria como del partido de gobierno del Kremlin.
“Si el Partido Comunista Ruso alcanza la mayoría en la Duma de Moscú la convertirá en una entidad de control efectivo de la Alcaldía”, afirmó.
Los comunistas también exigieron la renuncia del actual presidente de la Comisión Electoral de Moscú, Valentín Gorbunov, criticado por la gestión de la presente campaña.
La oposición acusa a las autoridades de manipular las miles de firmas recabadas durante semanas por sus candidatos, al transcribirlas incorrectamente en el registro electrónico, por lo que durante las últimas semanas han tenido lugar múltiples manifestaciones con represión policial y miles de detenidos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó esta semana que Rusia se encuentre sumida en una “crisis política” debido a las multitudinarias protestas de las últimas semanas y recordó que “en las capitales europeas, en todo el mundo, tienen lugar acciones de protesta”.
La oposición no parlamentaria hizo el sábado de la semana pasada una demostración de fuerza al congregar, pese a la intensa lluvia, a 50.000 personas en el mitin opositor más multitudinario desde las protestas contra el fraude electoral de 2012.
De cara a este fin de semana, están previstos piquetes opositores y otras acciones de protesta no autorizadas por el Ayuntamiento. El Partido Comunista sigue firme protestando contra el gobierno de Putin y con independencia de la oposición neoliberal.
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