La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) condenan hoy el voto de Brasil en Naciones Unidas a favor del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y su ejemplar solidaridad.
Al votar en ONU por los intereses de Washington, Brasil lo hizo 'contra un país que se ha caracterizado por el internacionalismo, el antiimperialismo, la solidaridad y la unidad con los más pobres', denuncian ambas organizaciones en una nota enviada a la oficina de Prensa Latina en Brasilia.
Precisan que el Gobierno de Jair Bolsonaro votó contra una pequeña isla 'que ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de otros pueblos y naciones, particularmente en África y África Central, siendo un ejemplo de cooperación entre países'.
Durante la votación ayer en la Asamblea General de la ONU, Cuba recibió el respaldo abrumador de la comunidad internacional, cuando 187 Estados miembros se pronunciaron contra el asedio económico, comercial y financiero de Washington.
Solo dos países se abstuvieron: Colombia y Ucrania; mientras que Estados Unidos, Israel y Brasil votaron en contra del levantamiento del cerco y quedaron aislados ante el reclamo de la mayoría de la comunidad internacional.
En el texto, la CUT y el MST reiteran que 'en una actitud de plena sumisión a los intereses del imperialismo norteamericano, por primera vez en la historia, Brasil votó contra una resolución que condena el bloqueo estadounidense contra Cuba'.
Señalan que esta posición es contraria a 'la tradición de la diplomacia brasileña que siempre ha estado a disposición del diálogo y la paz'.
Además, indica el escrito, la postura de Brasil en ONU refuerza la tesis que, bajo el Ejecutivo del político de extrema derecha, el Palacio de Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) actúa como una dependencia del Departamento de Estado del país norteño, que, 'aunque es vasallo, no ha obtenido ningún beneficio económico de la administración de Donald Trump'.
Por lo anterior, finaliza la nota, el Gobierno de Bolsonaro 'es el resultado de un verdadero fraude, y debe ser combatido hasta el final. No representa el interés legítimo de la mayoría del pueblo brasileño que busca un mundo más justo y fraterno'.
Fuente: Prensa Latina
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