Las huelgas están en aumento en los Estados Unidos, no solo en el campo de la educación sino también en el sector privado. En estos días se produjo una huelga de AT&T en el sur del país. Para sorpresa de muchos, estas huelgas contaron con el apoyo y la visita del candidato a presidente, Bernie Sanders.
Más de 20,000 trabajadores de AT&T en nueve estados del sur abandonaron el trabajo el 24 de agosto, lo que llevó a una huelga de cuatro días que terminó el miércoles pasado con el anuncio de un nuevo contrato. Communications Workers of America (CWA) alegó que la compañía de telecomunicaciones no estaba entablando negociaciones de buena fe, específicamente que AT&T había enviado representantes a la mesa de negociaciones que, extrañamente, no tenían la autoridad para negociar con los trabajadores. El sindicato también estaba luchando contra las ofertas anteriores de AT&T con salarios y beneficios inadecuados para los trabajadores.
La huelga de CWA obligó a AT&T a negociar seriamente un contrato aceptable para el sindicato. La huelga fue una herramienta útil, ya que aceleró un proceso que la compañía había retrasado injustificadamente en varias regiones en los últimos años. CWA presentó una queja de "práctica laboral injusta" ante la NLRB después de que AT&T envió a los negociadores a la mesa de negociaciones sin poder para acordar un nuevo contrato. El sindicato solicitó a AT&T negociar un contrato que incluiría "cobertura médica de calidad, aumentos salariales, seguridad laboral e inversión en las comunidades locales".
Aún no se han anunciado los detalles del acuerdo contractual, lo que significa que aún se desconocen los resultados completos de la huelga. Pero el impacto de la huelga de AT&T va más allá de las negociaciones contractuales actuales en el sureste.
Incluso a pesar del reciente aumento en los trabajadores en huelga, el número total de huelgas en los Estados Unidos está en niveles bajos. Las huelgas que los trabajadores han emprendido han sido principalmente en educación y hospitales, especialmente la ola de huelga "estado rojo" de los maestros en estados como Oklahoma y Virginia Occidental. El CWA es uno de los pocos sindicatos (junto con trabajadores de hoteles) que han estado dispuestos a hacer huelga en el sector privado, dejando el trabajo contra compañías de telecomunicaciones como AT&T y Verizon en los últimos años.
A pesar de lo importantes e inspiradores que han sido las huelgas de la atención médica y la educación pública, las huelgas contra grandes corporaciones como AT&T son cruciales para desafiar el capital en el sitio de la obtención de ganancias. La huelga del sudeste de AT&T hizo justamente eso, muchos de los trabajadores de AT&T hicieron huelga por primera vez en sus vidas, otros lugares no lo hacían desde la década de 1980.
A pesar de los implacables ataques al movimiento sindical por parte de políticos de la derecha en esta década, la ola de huelga actual está teniendo un gran impacto en las opiniones sobre los sindicatos: los estadounidenses se están volviendo más favorables hacia los sindicatos que desde el apogeo de los trabajadores a mediados del siglo XX.
Para muchas comunidades en el sureste, la vista de una línea de piquete de AT&T era algo nunca antes visto. Los estados del sur tienen menor densidad sindical que el resto del país. Pero ahora vemos que huelgas como esta muestran que los trabajadores están dispuestos a luchar.
CWA usó la huelga para obligar a AT&T a negociar de manera justa. La táctica era de una alianza con los maestros haciendo demandas que van desde mejores salarios a más inversiones en educación, y utilizando la amenaza de una huelga para poner fin al gobierno federal. Este aumento en la militancia de los trabajadores no debe verse como algo separado del aumento de la acción política radical en los Estados Unidos. La huelga de AT&T se produjo pocos días después de que el candidato a presidente Bernie Sanders lanzara su "Plan de Democracia en el Lugar de Trabajo", comprometiéndose a reformar las leyes laborales a favor de los trabajadores, con el objetivo de duplicar la afiliación sindical en los Estados Unidos.
Una vez que se anunció la huelga, Bernie visitó una línea de piquete poco antes de una manifestación en Louisville el domingo, dirigiéndose brevemente a los miembros de la CWA en huelga desde la parte trasera de una camioneta. Ademas relacionó la lucha de los trabajadores de Kentucky AT&T con la lucha de clases en general que se esta llevando en el país.
El crecimiento de las protestas en Estados Unidos se da en el marco de muchos casos de ciudadanos que trabajan más horas por salarios mas bajos, otros están viendo reducir sus beneficios de atención médica, y los que pueden deciden irse del país. En muchos casos, los salarios de los trabajadores están bajando mientras que la patronal aplica una política de ajuste a los trabajadores.
En esta dirección Bernie ganó el respaldo del CWA en 2016, y ya obtuvo este año otro respaldo de los trabajadores de United Electrical y Radio and Machine Workers of America (UE), otro sindicato con el que caminó en la línea de piquete a principios de este año en Erie, Pensilvania.
Bernie Sanders plantea tener a millones de personas organizadas en la actividad sindical por si llega a ser presidente. Sabe que si piensa gobernar como planea en su campaña, va necesitar del mayor aposo de las masas posibles. Tal es su interes por ganar el apoyo de la clase trabajadora que llego a decir que: "Si va a haber una guerra de clases en este país, ya es hora de que la clase trabajadora gane esa guerra". Ademas su plataforma política también se centro en la defensa de los trabajadores en Amazon y Walmart.
Cabe mencionar que la ola de huelga actual tiene sus raíces en los maestros en Virginia Occidental, iniciada por un sindicato que apoya a Bernie Sanders. La huelga de AT&T iniciada también esta iniciada por un sindicato que apoyo a Bernie en el pasado 2016, pero que aún no ha respaldado nuevamente a Sanders como presidente, y quizás por eso Sanders se acerco a su linea de piquetes. El candidato socialdemócrata sabe que dada su campaña pro-sindical, un respaldo del CWA, y del resto del movimiento laboral, podría ser una garantía. Seria imposible que este sindicato respalde a cualquier otro candidato, en todo caso llamarían a no participar de las elecciones.
La lucha por mejores leyes y demandas de la clase trabajadora como "Medicare para Todos" abre la puerta para que los trabajadores se inclinen hacia Bernie Sanders como su candidato a presidente. El movimiento de Bernie y el movimiento laboral dependen unos de otros para ganarle las elecciones a las corporaciones. Pero esto es solo campaña, y en campaña Obama prometió devolver Guantanamo a Cuba, algo que jamas hizo.
De Bernie Sanders no vamos emitir opiniones, solo seremos observadores. Lo que si nos queda claro acá es que los trabajadores están tomando cada ves mas conciencia de sus derechos y por primera ves en mucho tiempo empiezan a cuestionar al poder real en su país.
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