Las primeras protestas en Ecuador centraron su llamado a dialogar a Guillermo Lasso para revisar política sobre los combustibles que genero un alza en los precios.
12 de agosto de 2021 | 11:32
A la par de que los precios del diésel y gasolina extra incrementaron entre cuatro y diez centavos, cientos de sindicalistas, maestros, estudiantes, transportistas, dirigentes indígenas, agricultores protagonizaron una movilización nacional este miércoles, inconformes con el sostenimiento de la política de fijación de precios de los combustibles que permite su incremento gradual.
La marcha fue convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT). Desde las 16:00 en la Caja del Seguro Social, en Quito, se sumaron a este llamado la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) y la dirigencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
El objetivo era llegar hasta el Palacio de Gobierno en la capital, que horas antes de la manifestación ciudadana fue rodeada por policías antimotines, vallas de metal y concertinas para evitar desmanes.
Minutos después de la hora programada empezaron a agruparse los manifestantes, cobijados por banderas rojas representativas de sus colectivos.
A la cabeza, el presidente del FUT, Ángel Sánchez; José Villavicencio, de la Unión General de Trabajadores (UGTE); Mesías Tatamuez, de la Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut); la presidenta de la UNE, Isabel Vargas, entre otros rostros, como el de Leonidas Iza, de la Conaie.
Empezaron una caminata hasta la plaza de Santo Domingo y entre sus consignas el “¡rechazo!” a las privatizaciones, al incremento de los combustibles, y reanimaban a los docentes que están en huelga de hambre desde hace 31 días pidiendo un pronunciamiento de la Corte Constitucional (CC) sobre las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI).
Tatamuez dijo que han hecho intentos para dialogar con el presidente Guillermo Lasso, pero no han tenido respuesta.
Vargas criticó el llamado al diálogo que hace Lasso porque es solo un “eslogan”, y recordó que van 31 días los docentes en huelga de hambre. “Las movilizaciones se irán radicalizando si no encontramos respuesta de parte”, advirtió.
Iza anunció que convocará a una reunión a todos los sectores sociales para “planificar las acciones nacionales en este proceso de lucha”.
Cuestionó a Lasso por seguir “sosteniendo políticas perversas del expresidente Lenín Moreno”, en referencia a los decretos que liberaron los precios de los derivados del petróleo, y aseguró que no están generando presión o amenazas al régimen de Lasso. “Esto no es una desestabilización. Solo pedimos resolver. Se quiere imponer un modelo económico, nadie está amenazando, lo que se busca es resolver el problema económico”.
De forma paralela, en Guayaquil también se movilizaron. Los manifestantes eran en gran parte maestros, que insistían en que la Corte Constitucional se pronuncie sobre las reformas a la LOEI.
Incluso en horas de la mañana, la UNE recrudeció sus acciones e informó que son 100 maestros que se han declarado en huelga de hambre en doce provincias; y un grupo de ellos hasta se encadenó en los exteriores de la Corte en Quito.
Más temprano hubo una serie de acciones que fueron el preludio de esta protesta. Varias vías del Guayas amanecieron bloqueadas con camiones, tractores, sacas de arroz y quema de llantas exigiendo que se deroguen los decretos ejecutivos que liberaron los precios de los combustibles.
En Los Ríos, agricultores bananeros bloquearon la vía Quevedo-Valencia con racimas de banano, reclamando que el precio del producto sustentable que es de $ 1,50 y $ 2,00 no les permite cubrir la demanda de gastos en la producción, esto a pesar de que el precio oficial es de $ 6,25.
El Ministerio de Agricultura, en un comunicado, anunció que en los próximos días se firmarán convenios interinstitucionales para “proteger los productos agropecuarios” y garantizar acciones de control.
Otro grupo social como la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) anunció su respaldo a la movilización convocada, aunque no aseguró su participación.
En una rueda de prensa, Gary Espinoza, presidente de la Fenocin, enfatizó que tienen una oposición al “afianzamiento a las políticas neoliberales” del gobierno de Lasso, así como al incremento de los precios de los combustibles, por lo que pidieron la congelación inmediata.
“Nos oponemos al incremento de los precios de los combustibles, creemos que debe haber la derogatoria de los decretos y sentarnos en una mesa a dialogar y buscar una solución a la crisis. Que se cobren los impuestos, que se revisen los contratos y que los más ricos paguen la crisis que vive el país. Le queremos decir a Lasso que estamos esperando el cumplimiento de los ofrecimientos de la campaña”, expresó Espinoza.
Pero estas demandas tuvieron una respuesta del presidente Lasso. “No vamos a derogar el decreto de los combustibles, no lo vamos a hacer porque eso le causaría un grave daño al Ecuador. Si lo derogamos, se cae lo que hemos avanzado en materia económica. Sube el riesgo país y suben las tasas de interés. Seamos sensatos, estoy dispuesto a dialogar, pero con la narrativa que corresponde a la realidad del Ecuador. No con populismo, autoritarismo, no con mentiras o leyendas urbanas que no responden a la realidad”, aseveró en una entrevista con el portal digital 4 Pelagatos, la noche del 10 de agosto.
Minutos antes de las 18:00, la protesta llegó de forma pacífica hasta la plaza de Santo Domingo, en el centro de Quito, en donde los dirigentes hacían declaraciones.
Fuente: El Universo
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