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Ahora EEUU también se posiciona contra el Partido Laborista de Reino Unido.


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Partido Laborista del Reino Unido acusó al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, de tratar de impedir que el líder de dicha formación política, Jeremy Corbyn, ocupe el cargo de primer ministro británico. Pompeo les dijo a varios líderes de la comunidad judía que lucharía contra Corbyn por una supuesta posición antisemitismo, tras las criticas constante del socialdemocrata ingles al Estado terrorista de Israel.


En una grabación obtenida por The Washington Post, un líder judío le preguntó al secretario de Estado de EEUU qué haría si Corbyn fuera elegido primer ministro. Previamente, Corbyn y varios miembros del Partido Laborista habían sido acusados de tolerar un supuesto "antisemitismo" en sus filas y de apoyarlo con su posición pro Palestina.


"Usted tiene que saber que nosotros no vamos a esperar que [Corbyn] haga estas cosas, ya empezaremos a presionarle. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance. Una vez que esto ocurra será demasiado arriesgado, demasiado importante y demasiado difícil", declaró Pompeo.


La reacción del Partido Laborista no se hizo esperar. Un portavoz de la formación socialdemocrata aseveró que los intentos del presidente Trump y sus altos cargos de decidir quién será el siguiente primer ministro representan "una injerencia absolutamente inaceptable en la democracia británica", informa el periódico británico The Guardian.

Además, el portavoz agregó que los laboristas "se comprometen plenamente a apoyar y defender a la comunidad judía y se opone implacablemente a cualquier forma de antisemitismo".


Durante su visita al Reino Unido, Donald Trump rechazó la solicitud de reunión de Corbyn. A quien los republicanos consideran un "socialista", por la etiqueta que le pusieron los medios y sus fotos con Evo Morales, AMLO, y el apoyo a causas antimperialistas.


Como resultado, Corbyn se sumó a las protestas que ocurrieron en paralelo a la rueda de prensa del presidente de EEUU y la por entonces todavía primera ministra británica, Theresa May. En estas protestas, el político laborista prometió oponerse al empuje de Trump de conseguir el acceso a contratos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido para las compañías estadounidenses.


Desde el giro a posiciones socialdemocratas del Laborista, abandonando la "tercera vía", las presiones hacia Corbyn no han cesado, pero nadie puede esperar mucho de un partido como el Laborista, sin embargo queda claro la perdida de la hegemonía mundial de los Estado Unidos, que hoy teme a que Reino Unido deje de apoyarlo en lucha comercial contra China o en sus planes de expansión imperialista.


Sin embargo, y para que se tranquilice Estado Unidos, o no, en las elecciones al Parlamento Europeo, el Brexit Party, de ultra derecha, supero al Partido Laborista en votos, y a otros partidos tradicionales como el Liberal y el Conservador, que quedo muy atrás tras la crisis política que viene sufriendo desde hace un tiempo.

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