* por Raúl Meléndez.
Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) promovidas por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional se enfocan en función de la creación de un contexto de espacios geográficos con solidas garantías dentro del marco legal práctico, confiable, de gestión simple y ligera, que tribute al fortalecimiento de la dinámica de los procesos productivos, sin que ello constituya el establecimiento de espacios fuera de la ley.
Es importante resaltar que no está planteado crear espacios para violentar los derechos de la clase trabajadora, lesionar el ambiente o favorecer de manera clandestina la legitimación de capitales, el terrorismo y el narcotráfico, tal como manipulan voceros de intereses bastardos promovidos por los laboratorios de guerra sucia al servicio de intereses del capital extranjero aliados de EEUU y de las corporaciones del capital.
En el ámbito global existen 147 países donde están en desarrollo experiencias económicas de inversión extranjera directa, reflejadas en el Informe del año 2019 de la Conferencia de las Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo, donde se pueden evidenciar potencialidades, debilidades, fortalezas y contradicciones de acuerdo a las discrepancias de contextos, culturas y leyes según cada especificidad territorial.
Hoy se encamina a establecer en nuestro país ZEE acorde a la dinámica del contexto, conforme a la evaluación de las experiencias existentes en los países aliados, como China, Rusia y algunos del continente africano, sin desmeritar las experiencias existentes en las regiones árabes, andina, amazónica y del Caribe.
Es significativo aclarar que las ZEE promovidas por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional están dirigidas fundamentalmente a la inversión privada nacional y extranjera, por lo cual no deben confundirse con las Zonas Económicas de Desarrollo (ZEDES), donde están presentes actualmente las inversiones de recursos financieros del Estado venezolano conforme al Decreto Presidencial Habilitante del año 2002.
En esta perspectiva, resulta imperioso adecuar el currículo del sistema educativo venezolano de acuerdo a la demanda laboral, así como fortalecer el tejido vial, las zonas portuarias y aeroportuarias, a los fines de proporcionar condiciones para el transporte de bienes de capital, materias primas, mercancías, telecomunicaciones y sistemas de seguridad, para consolidar así ciudades productivas como categorías, que generen impulso sostenible y sustentable.
Todo ello, en correspondencia con los objetivos de desarrollo pertenecientes a la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.
En este sentido, se avanza hacia nuevos mercados y modelos de negocios en multidivisas. En resumidas cuentas, se trata de un mundo multipolar y multicéntrico, caracterizado por una dinámica comercial libre y justa, enmarcada en la Diplomacia Bolivariana de Paz en ruptura con los intereses hegemónicos globales estadounidenses.
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