Zhao Lei. Catedrático del Instituto de Estudios de Estrategias Internacionales de la Escuela del Comité Central del PCCh y Director del Instituto de Investigación sobre Relaciones Internacionales y «la Franja y la Ruta»
Por Zhao Lei.
A pesar de los momentos sumamente difíciles, China ha logrado controlar con eficiencia el avance del coronavirus. Los datos son más que elocuentes. En poco más de un mes, detuvimos preliminarmente el avance de la epidemia. En alrededor de dos meses, redujimos el número de casos nuevos diarios a un dígito. En cerca de tres meses, la batalla de defensa de Wuhan y la de la provincia Hubei arrojaron resultados decisivos. De esta manera, China ha salvaguardado la vida y la salud del pueblo y aportado contribuciones significativas a la seguridad de salud pública mundial y la gobernanza de salud mundial.
La lucha contra COVID-19 deja constancia de la fuerza del Partido y del Pueblo
Primero, el liderazgo del PCCh es la garantía fundamental para la victoria
El liderazgo del Partido es la idiosincrasia más esencial y la mayor superioridad del sistema socialista con características chinas. Es precisamente en los peligros donde debemos estar más estrechamente unidos en torno al Comité Central del Partido, defender con determinación su autoridad y poner en marcha sus políticas e instrucciones. Ante el estallido de la epidemia en China, el Grupo Dirigente Central de la Respuesta Antiepidemia, fundado en enero, hizo disposiciones sobre los trabajos preventivos tras estudios oportunos. El Grupo Directivo Central aterrizó a las regiones más afectadas para dar orientaciones in situ. Mientras, el Mecanismo Interinstitucional de Prevención y Control del Consejo de Estado ha alineado a todas las autoridades con una visión integral. A esta carrera contrarreloj, se suman también los comités del PCCh y los gobiernos de todos los niveles. Con la más amplia participación, hemos podidoexternar la superioridad del sistema socialista en la eficacia de gobernanza.
Bruce Alyward, quien encabezó el Grupo de Especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a China, dijo en una entrevista: «En China, lo que más he escuchado es salvar vidas, salvar vidas, salvar vidas. Es replicable la respuesta de China a la pandemia, pero requiere velocidad, recursos, imaginación y coraje político.»
Sólo cuando uno sigue la dirección del Partido, puede sobreponerse a todo peligro con enorme valentía política y fuerte sentido de responsabilidad.
Segundo, el combate antiepidémico reafirma el valor del Partido de considerar al pueblo como el centro
Con su enfoque centrado en el pueblo, el PCCh siempre vela por los intereses del pueblo y se apoya en el pueblo. Frente al repentino brote del coronavirus, el Comité Central del PCCh, firme con la condición del pueblo como el centro, está consagrado a salvar vidas a costa de lo que sea y a tomar medidas contundentes para garantizar las condiciones de vida del pueblo, además de sumar fuerzas populares a la respuesta al virus, lo que deja ver el valor humanista del sistema socialista con peculiaridades chinas.
El Secretario General Xi Jinping enfatizó: «En el pueblo arraiga el partido, y del pueblo se origina la fuerza del partido.» «El partido y el pueblo luchan codo a codo contra viento y marea y comparten el mismo destino. Esta relación de uña y carne es la garantía fundamental del partido para remontar toda dificultad y riesgo.»
Ante la epidemia, se privilegia sin titubeo la vida frente a los intereses económicos. El PCCh ha asumido la responsabilidad de defender la vida y la salud del pueblo, aunque sea a costa de la economía, causando su estancamiento. Ha logrado, al mismo tiempo, equilibrar eficientemente la prevención y la vuelta al trabajo, para reducir a la mínima expresión el impacto negativo de la epidemia en la vida humana.
Tercero, la lucha antidémica constata el fuerte liderazgo social del PCCh
Gracias a la conducción del PCCh, en este trabajo sistémico que supone el combate contra COVID19, hemos podido redistribuir con rapidez todos los recursos y el personal en servicio de la prevención y el control, y logrado sumar esfuerzos de todo el país. A la luz de las instrucciones del Comité Central del Partido, se organizaron varios equipos médicos en el resto del país para acudir a Wuhan y luchar en primera línea. Empresas de toda índole retomaron ordenadamente las actividades laborales y productivas, y reorientaron su enfoque de producción y distribución para garantizar el suministro médico y la vida básica del pueblo. Además, el pueblo participó de manera consciente y proactiva para poner en marcha las medidas preventivas.
Tomando como ejemplo los hospitales modulares. El 3 de febrero, el Grupo Directivo Central mandó instalar hospitales improvisados y esa misma noche ya se dio inicio a la construcción de tres hospitales modulares con 4.300 camas. Los arquitectos trabajaron en el diseño a la una de la madrugada, y los trabajadores empezaron con la construcción a las 4 am. Se terminaron de instalar 4.300 camas en tan sólo 29 horas tras la decisión tomada. Durante 37 días de estar en función, los 14 hospitales modulares en todo el país atendieron a más de 12.000 pacientes. Los 76 equipos médicos con más de 8.000 miembros de toda la nación arribaron a los hospitales móviles en tiempo récord. Este rescate épico ha sido altamente valorado por la OMS, y es un reflejo fiel de la gran capacidad del Partido de la movilización social.
Cuarto, la lucha antiepidemia reafirma el papel del PCCh como vanguardia y modelo
Se debe poner en pleno juego el papel vanguardista y ejemplar de los comunistas, para que sean «los más sobresalientes en trabajos cotidianos, más valientes en momentos críticos, y más abnegados en peligros». Ante el coronavirus, un sinnúmero de cuadros y militantes del partido salieron en el frente dejando ver su heroísmo en el flagelo.
Valores exclusivos del sistema socialista reafirmados en la solidaridad para luchar contra la epidemia
Primero, el sistema socialista está al servicio de intereses nacionales e internacionales
En la primera Conferencia Sanitaria Internacional, que tuvo lugar en París en 1851, se discutió sobre la cooperación para construir una zona de prevención antiepidémica, abiendo paso a la cooperación internacional de salud pública en las épocas modernas.
Los países europeos convocaron en aquel entonces a frecuentes reuniones internacionales para buscar soluciones al cólera y otras enfermedades contagiosas que les asolaban, pero ni se fijaban en las epidemias en otras regiones del mundo, como la fiebre amarilla en América, lo que vino a confirmar el principio de los países capitalistas occidentales de priorizar sus propios intereses por encima de todo desde aquel tiempo. El 19 de marzo de 2013, el presidente Xi Jinping se refirió a las relaciones de China con el mundo en una entrevista, afirmando que el pueblo chino es patriótico, y al mismo tiempo con una visión y sensibilidad internacionales. A medida que se vaya reforzando la fortaleza nacional integral, China asumirá más responsabilidades y obligaciones internacionales en aras de aportar mayores contribuciones a la paz y el desarrollo de la humanidad.
China está siempr presente para dar asistencia y apoyo en cada emergencia de salud pública que azota al mundo. Con tal de poner un ejemplo: En 1963, el gobierno chino envió un equipo médico de 24 miembros a Argelia a solicitud de su gobierno como la primera misión médica de China en el exterior. Hasta noviembre de 2019, hemos enviado un total de 26.000 personas a 71 países de Asia, África, América Latina, Europa y Oceanía, quienes atendieron a 280 millones de personas. 51 miembros sacrificaron la vida durante su mandato en el extranjero.
Segundo, el sistema socialista enfatiza la cooperación internacional y el multilateralismo, y rechaza el hegemonismo y unilateralismo
China es, en primer lugar, un importante país fundador de la OMS. La Carta de las Naciones Unidas aprobada en la Asamblea para la fundación de la ONU, celebrada del 25 de abril al 26 de junio de 1945, no dedicó ni una sola palabra al trabajo sanitario, ni hizo mención de la creación de un organismo internacional de la salud. La Declaración para la Creación de una Organización Internacional de la Salud, propuesta por los representantes de China y Brasil, sentó la base para la futura fundación de la OMS. Tras el estallido de la pandemia, EEUU ha venido cuestionando públicamente el papel de la OMS y hasta amenazó con suspender el financiamiento. China, en cambio, ha donado 50 millones de dólares a la OMS como respaldo de su papel de dirección y en apoyo a los países en desarrollo para el fortalecimiento de su capacidad de respuesta.
La epidemia ha alterado el paradigma de la globalización económica, pero no la globalización como tendencia general. Ni el «desvinculamiento», «muro» o «desglobalización» conduce a la salida de los problemas surgidos en la globalización. Pese al cierre de puertos, ciudades y fronteras que ha restringido en gran medida el flujo personal y logístico, el Tren China-Europa, proyecto insignia de «la Franja y la Ruta», no ha dejado de funcionar como una «vía de vida» en el continente euroasiático para transportar materiales médicos, de producción y vida básica de China a Europa, dando resultados llamativos. «La Franja y la Ruta» se basa en la interconectividad y apoyo mutuo, lo que va en la misma línea de la solidaridad tan necesaria en el enfrentamiento de la crisis de salud pública.
Tercero, orientamos las relaciones internacionales del PCCh con concepciones avanzadas
De los cinco principios de coexistencia pacífica, los ocho principios de asistencia al exterior, a la diplomacia de independencia, soberanía y paz, la concepción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad y la Iniciativa de «la Franja y la Ruta»,
China siempre conduce el intercambio internacional con concepciones avanzadas, y las traduce en sistemas maduros y estructurados, lo que pone en relieve nuestra confianza en el camino, la teoría, el sistema y la cultura del socialismo con características chinas.
El 18 de febrero de 1964, el premier Zhou Enlai, durante su visita a 14 países asiáticos y africanos, planteó los Ocho Principio de Asistencia al Exterior, que destacan el respeto estricto a la soberanía de los países receptores de donaciones sin la imposición de condiciones ni privilegios, el trato igual a los profesionales enviados por China como a los locales, no permitiendo de ninguna manera exigencias y disfrutes especiales. Hoy, con la profundización y perfeccionamiento de las concepciones de la comunidad de futuro compartido y la de salud para todos, se arroja mayor luz sobre la interdependencia de los pueblos y la solidaridad global ante las calamidades.
En la exploración del camino socialista, no es todo color de rosa. Tan sólo en esta lucha contra el coronavirus, China, una vez considerada como el país más peligroso, ha pasado a ser el más seguro, y se ha transformado del receptor de donaciones al mayor país donante. China está consagrada a buscar soluciones a los problemas con los pies plantados en la tierra, al tiempo de promover la cooperación internacional en la salud pública, honrando los valores especiales del sistema socialista con características chinas, lo que le ha ganado el alto reconocimiento de la comunidad internacional.
Fuente: Cuadernos Marxistas - Edición Especial. Conferencia del Partido Comunista de China con Partidos Comunistas de América Latina.
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