Los creyentes aportan su esfuerzo.
Por Arnedo Álvarez.
La labor ideológica y práctica del Partido entre estos sectores contribuyó a esclarecer, quebrantar el anticomunismo tradicionalmente sembrado en las masas cristianas, abrir cause a importantes sectores de creyentes que se inclinan crecientemente a la unidad de acción y coparten posiciones de izquierda.
El impacto del marxismo-leninismo sobre la conciencia de estas masas ha sido tal que en nuestro continente ha surgido el fenómeno de los "cristianos marxistas" que tratan de compatibilizar su fe con la metodología revolucionaria.
Importantes sectores cristianos participan junto con los comunistas y otras fuerzas de izquierda en el combate contra la dictadura de los monopolios y por transformaciones estructurales.
(...)
El avance de la unidad de acción de cristianos con comunistas y otras fuerzas progresistas inquieta sobremanera a la derecha no sólo clerical, puesto que si comunistas y cristianos, presentados siempre como polos antagónicos, actúan juntos en bien del pueblo, ello ejerce influencia sobre capas más amplias que las exclusivamente creyentes.
Por eso hemos visto con satisfacción que surjan movimientos avanzados cuyo programa es antiimperialista y expresa una fuerza que propugna la unidad con los marxistas y el camino al socialismo.
Para formar el Frente Democrático Nacional es necesario trabajar no transitoria sino permanentemente con sectores que sin compartir nuestra filosofía ni nuestros planteamientos en diversas materias, son capaces de entregar un serio aporte a los cambios revolucionarios. Y entre ellos los cristianos ocupan un lugar destacado.
Con mayor motivo cuando están en efervescencia y búsqueda, Nuestro Programa les ofrece una perspectiva movilizadora, ya que diseña la nueva sociedad como tarea común.
Los comunistas, los católicos y la unión nacional.
Por Victorio Codovilla.
Entre comunistas y católicos, no existen incompatibilidades que les permitan marchar unidos, pues nosotros respetamos la libre emisión de ideas y el derecho de practicar los cultos religiosos. Nuestros enemigos han utilizado elementos de mala fe con el fin de hacer creer a los católicos que perseguimos a la religión. Esto es mentira, nuestra posición respecto de la religión es bien conocida. Nos guiamos por la teoría científica del marxismo-leninismo, que tiene en cuenta las raíces sociales de las religiones; por eso, los comunistas hemos sostenido siempre, y seguimos sosteniendo, que la agitación chabacana y las actitudes irreverentes contra la religión y la Iglesia (tan gratas a los anarquistas y demás revolucionarios pequeñoburgueses) no sirven a los intereses de la clase obrera y del pueblo. Lenin enseña que debemos "no solamente admitir, sino atraer de un modo especial, a los obreros que creen en Dios", y agrega: "estamos resueltamente contra el menor insulto a sus convicciones religiosas, pero los atraeremos para educarlos en el espíritu de nuestro programa, y no para que lo combatan". Pero Lenin dijo más; dijo es obligatorio, tanto en los movimiento huelguísticos de la ciudad como del campo, atraer a los obreros y a los campesinos en la lucha común sin ofender sus creencias religiosas.
"El marxista debe colocar en primer plano el éxito del movimiento huelguístico -dice Lenin- y necesariamente se opondrá con toda energía a toda división de obreros en ateos y cristianos, y la combatirá enérgicamente".
Fuente:
Cuatro décadas de los procesos políticos argentinos. Selección de trabajos de Gerónimo Arnédo Álvarez. Tomo 3.
Vigencia y Proyección. Victorio Codovilla.
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