*por Victor de Hierro
Hace dos meses han comenzado los disturbios provocados por lo terroristas en Hong Kong, los medios de comunicación se han encargado de blindar a esta banda organizada y dirigida por el imperialismo de diversas formas.
Por un lado, cubriendo a estos grupos con el título de "luchadores por la democracia y la libertad", transmitiendo aisladas y manipuladas manifestaciones pintadas de no violentas, mientras que por el otro se encargan de construir un discurso anti-Chino, anti Xi Jinping, y anti-comunista dirigido a cooptar desprevenidos.
Tales mentiras ya se comienzan a transmitir en algunos medios de nuestro país y en otros países del continente, su único fin: manipular la opinión pública demonizando al gobierno chino tratando abrir paso a una revolución de color.
¿Cómo comenzó todo?
Esta situación tiene su origen en un hecho sucedido en Taiwan, donde un residente asesinó a su pareja embarazada y luego se fugó a Hong Kong.
A raíz de este asesinato, el gobierno de Hong Kong elaboró una Ley de Extradición de sospechosos de crímenes a China, que contemplaba una serie de de delitos que incluían desde corrupción hasta fraude fiscal, sin embargo esta no contemplaba motivos políticos de extradición. Tras las protestas ocurridas en un comienzo, las autoridades locales dieron marcha atrás con el Proyecto de Ley.
Pero ¿por qué no han cesado las protestas?
Esta ha sido la excusa perfecta para la pronunciación del gobierno de EE.UU sobre la democracia y la libertad en Hong Kong, y una muestra de esta preocupación han sido las constantes reuniones entre representantes de la Casa Blanca con reconocidos activistas tanto en EE.UU como en la propia región de HK, donde se les ha brindado un amplio apoyo.
Los hechos demuestran que esta banda terrorista es la versión Hongkonesa de los ya conocidos "rebeldes" sirios o los "guarimberos" venezolanos, que no han dudado en aplicar la violencia más salvaje contra aquellos ciudadanos hongkoneses que rechazan sus posturas imperialistas pro-estadounidense o pro-colonia británica.
¿Qué clase de libertad e independencia se podrían proponer portando banderas norteamericanas o coloniales?
¿La defensa de qué ciudadano hongkones defienden? ¿La de aquellos brutalmente apaleados en grupo? ¿La de quienes ven entorpecido su trayecto a trabajos y otras obligaciones boikoteando subterraneos?. Está en duda.
Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPCh declaró este viernes:
"Me gustaría reiterar que los asuntos de Hong Kong son asuntos de China y no aceptaremos injerencia extranjera. Exigimos a EE.UU acatar la ley internacional y las formas elementales de relaciones internacionales dejando a China los asuntos que le corresponden"
Dicha declaración fue en respuesta a Nancy Pelosi, del Partido Demócrata quien anunció que continuarán apoyando y reuniéndose con "activistas pro-democracia".
Como vemos, los problemas que ocurren hoy en Hong Kong no tienen relación alguna con los DD.HH, la democracia o la libertad. Sino que son sólo la excusa para generar una situación de conflicto con el fin de desestabilizar al gobierno de China en el nuevo panorama económico y político que atraviesa a nivel nacional e internacional.
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