El hecho de imponer a Vietnam la “etiqueta” de manipulador de monedas es una acción subjetiva y unilateral del Departamento estadounidense del Tesoro (DTEU), que no tiene en cuenta las particularidades de la economía de Vietnam y las recomendaciones de las organizaciones internacionales al país indochino.
21 de diciembre de 2020 | 11:54
| Foto de ilustración (Fuente: Vietnam+) |
Vietnam no adopta políticas de devaluación de moneda El doctor Can Van Luc y el grupo de especialistas del Instituto de Formación y Estudios BIDV se pronunciaron al respecto al referirse a la reciente inclusión de Vietnam, por parte del DTEU, en la lista de manipuladores monetarios. Añadieron que Vietnam, con una economía que mantiene un ritmo de desarrollo enérgico con alto nivel de apertura, necesita herramientas, conforme a las normas internacionales, para impulsar el desarrollo sostenible, seguro y resiliente frente a las fluctuaciones externas. Según el informe sobre las políticas de macroeconomía y cambio de divisas de los grandes socios comerciales de Estados Unidos, se realiza la indagación a las contrapartes basada en tres criterios: superávit alcanzado en el intercambio comercial con Estados Unidos de al menos 20 mil millones de dólares, y el registrado en la balanza por cuenta corriente equivalente a dos por ciento del Producto Interno Bruto como mínimo, la intervención unilateral y prolongada del mercado de divisas, reflejado a través de la compra neta de divisas durante al menos seis meses en un período de 12 meses con una adquisición total equivalente de al menos dos por ciento del PIB en ese lapso de 12 meses. Sobre esa base, el DTEU clasificó a Vietnam como manipulador de monedas según la Ley Ómnibus de Comercio Exterior y Competitividad de 1988. En tanto, según el doctor Truong Van Phuoc, quien fue presidente en funciones de la Comisión Nacional de Inspección y también jefe del Departamento de Gestión de Divisas del Banco Estatal de Vietnam (BEV), existen distintos aspectos referentes a esos tres criterios que se deben aclarar. De acuerdo con Van Phuoc, el superávit obtenido en el trasiego mercantil con el país norteamericano se debe a diferentes razones y la principal radica en la estructura de la balanza comercial. Las actividades de importaciones y exportaciones durante los últimos 30 años reflejan el proceso de transición de Vietnam hacia una economía de mercado, con características como el bajo costo de la mano de obra, recepción de inversión extranjera, mano de obra intensiva, explotación de recursos humanos, que conllevan bajos precios de productos exportables, remarcó. Por esa razón, resulta inexacto imputar a Vietnam manejar las tasas de cambio para reducir precios de las mercancías. Al referirse a la balanza por cuenta corriente, que implica la comercial y los montos recibidos del exterior, incluidas las remesas, informó que durante los años recientes, Vietnam obtiene cada año un superávit de cinco a 10 mil millones de dólares y particularmente en 2020 esa cifra se sitúa en 20 mil millones de dólares. El resultado de la balanza por cuenta corriente se debe principalmente a las remesas del exterior, un factor objetivo que no tiene que ver con la evolución de las tasas de cambio. Debido a esas razones, las tasas de cambio son excluidas de los factores causantes por los que el superávit en la balanza por cuenta corriente se sitúa por encima de dos por ciento del PIB, más alto que el límite del criterio estipulado por Estados Unidos. Al abordar la intervención en el mercado de divisas, notificó que su adquisición por parte del BEV durante los últimos años forma parte del proceso de conversión de monedas extranjeras. Añadió que la ley al respecto de Vietnam no permite utilizar divisas para el pago en el país. Todos los inversores que inyectan monedas extranjeras en el país indochino para favorecer sus negocios deben convertirlas en el dong vietnamita y los exportadores también tienen que realizar ese mismo trámite, al igual que las remesas. La compra de divisas por parte del BEV busca cumplir su función de convertir las mismas, en pos de favorecer el uso del dong vietnamita en el país, es decir, esa acción es obligatoria, recalcó. Al compartir el punto de vista de Van Phuoc, el doctor Van Luc reiteró que el reajuste de las tasas de cambio durante los últimos años del BEV en el marco de políticas monetarias comunes busca cumplir la meta consecuente de controlar la inflación, estabilizar la macroeconomía y no pretende obtener una ventaja competitiva injusta en el comercio internacional. Contrario a las afirmaciones del DTEU, la apreciación del dong vietnamita reporta un aumento de 2,6 por ciento en el período 2017- 2019. Por esa razón, la balanza comercial entre ambas partes se afecta por los impactos negativos de la apreciación del dong vietnamita frente al dólar estadounidense en el lapso 2017-2019. Por ello se debe considerar con cautela la afirmación del DTEU de que la infravaloración de la moneda vietnamita crea supuestamente ventajas a la nación del Sudeste Asiático en las exportaciones. Por otra parte, el especialista afirmó que incluso en el caso de que se redujera el valor del dong, tampoco respaldará las ventas al exterior del país indochino debido a las características de la estructura de la economía de la nación: más exportaciones significan más importaciones, puesto que el envío al exterior de la nación indochina depende del sector de empresas de inversión extranjera directa (IED), grupo que representa hoy el 70 por ciento del volumen de exportaciones y el 59 por ciento de las importaciones en el trienio 2017-2019. Con el fin de producir artículos exportables, las empresas de IED deben importar materias primas debido al limitado desarrollo de la industria de apoyo del país indochino, independientemente del reajuste de la tasa de cambio del dong vietnamita. El doctor Van Luc agregó, además, que la adquisición de divisas por parte del BEV durante los últimos años tiene como objetivo garantizar la fluidez del mercado al respecto, en el contexto de la abundancia de las fuentes; la estabilidad macroeconómica y también incrementar la reserva nacional de monedas extranjeras, que se sitúa en un nivel modesto en comparación con otros países en la región. Datos del Fondo Monetario Internacional indican que la reserva de divisas de Vietnam a finales de 2019 solo equivalió al fondo para la exportación en 3,5 meses, por debajo del nivel registrado en Singapur (equivalente a cinco meses), de Filipinas y de Corea del Sur (ocho meses), de Tailandia (nueve meses) o de China (14 meses). Por tal motivo, Vietnam nunca ha adoptado la política de devaluar la moneda para crear ventajas para las exportaciones y la esencia del superávit en el trasiego mercantil con Estados Unidos se basa en la estructura comercial. El hecho que el BEV intervenga en el control de divisas mediante la compra de las mismas durante los últimos tiempos busca garantizar la fluidez de ese mercado, en el contexto de la abundancia de las fuentes de monedas internacionales. Esa labor pretende contribuir a la estabilidad macroeconómica y a la consolidación de las reservas del Estado, que se sitúa en un nivel más bajo en comparación con las de otros países en la región, lo que coadyuvará a fomentar la seguridad financiera y monetaria del país. Mantener estrecha cooperación con Estados Unidos para avance de relaciones bilaterales Según el doctor Dinh Trong Thinh, maestro de alto nivel de la Academia de Finanzas de Vietnam, la inclusión del país por parte de Estados Unidos en la lista de manipuladores de monedas implica varios riesgos como la discriminación en la aplicación de impuestos y también en la fijación de precios de productos introducidos en el mercado de la nación norteamericana. Continuó explicando que, según la Ley de Promoción e Intensificación de Comercio de 2015, el DTEU rendirá cuentas al Congreso estadounidense y negociará con los órganos pertinentes de ambas partes para acordar soluciones comunes destinadas a equilibrar más la balanza comercial. En el caso de que no se encuentre solución común, la parte estadounidense podría aplicar medidas más drásticas. El especialista abogó por incrementar la importación de mercancías y servicios estadounidenses, en especial productos agrícolas, de energía, transporte, maquinarias, equipos de alta tecnología y médicos, así como la vacuna contra el COVID-19, en paralelo con las sanciones firmes al fraude fiscal basado en el aprovechamiento de las preferencias concedidas por los tratados de libre comercio.
Por su parte, el BEV debe seguir gestionando las políticas monetarias en pos de controlar la inflación, estabilizar la macroeconomía y respaldar de forma apropiada el crecimiento económico, no por crear una posición ventajosa inequitativa en la competencia comercial internacional.
En la reunión efectuada el 18 pasado sobre la Resolución 01 del Gobierno, el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, encargó a los ministerios y órganos seguir cooperando estrechamente con los socios estadounidenses para garantizar el futuro progreso enérgico de los lazos comerciales, por el beneficio de ambos pueblos y las comunidades empresariales.
Fuente: Vietnam +.
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