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La Comuna Vive: Documentos sobre la Comuna de París. Primera parte

Actualizado: 13 abr 2020

La Comuna de París fue el primer movimiento insurreccional del proletariado que de duró desde el 18 de marzo al 28 de mayo de 1871. Logró gobernar brevemente la ciudad de París, instaurando el proyecto político de una sociedad de orden socialista.

Procedemos a dejar documentos reales de la Comuna de París, en un orden lineal de tiempo. Los mismos fueron traducidos al español en la colección de los documentos La Commune Vive.

 

1870-09-14 Comité Central Republicano de los 20 distritos de París.


COMITÉ CENTRAL REPUBLICANO DE DEFENSA NACIONAL DE LOS VEINTE DISTRITOS DE PARÍS.


Ciudadanos,

Desde el 5 de septiembre, al día siguiente de la proclamación de la República, un gran número de ciudadanos ha propuesto la constitución de un COMITÉ CENTRAL REPUBLICANO, que emane de los veinte distritos de París y tenga por objetivo procurar la salvación de la patria, así como la fundación definitiva de un régimen verdaderamente republicano con la par-ticipación permanente de la iniciativa individual y la solidaridad popular.

Desde ese día, las reuniones públicas han elegido sus Comités de defensa y vigilancia en cada distrito.

En el momento en que la mayoría de los distritos han tenido representación de cuatro delegados cada uno, el Comité central republicano ha iniciado sus operaciones.

[Este Comité] ha presentado al Gobierno de la defensa nacional, una tras otra, las siguientes medi-das, aclamadas en las reuniones populares:

1º MEDIDAS DE SEGURIDAD PÚBLICA


Suprimir la policía tal y como estaba constituida bajo todos los gobiernos monárquicos, para avasallar a los ciudadanos y no para defenderlos;

Dejarla en su totalidad en manos de las municipalidades elegidas;

Nombrar, en las grandes ciudades, por barrios, a los magistrados encargados de velar por la seguridad pública bajo su responsabilidad personal y directa;


Disolver todos los cuerpos especiales de la antigua policía centralizada, tales como los sergents de ville [agentes de la policía armada], agentes llamados de la seguridad pública, guardias de París;

Confiar a la guardia nacional, compuesta por la totalidad de los electores, y en particular sus veteranos, la misión de asistir a los nuevos magis-trados de la policía municipal en el ejercicio de sus funciones;


Aplicar a las magistraturas de todo tipo los dos principios de elección y de responsabilidad;


Derogar todas las leyes restrictivas, represivas y fiscales contra el derecho de escribir, de reunirse y de asociarse.

2º ALIMENTACIÓN Y VIVIENDAS


Expropiar, por razones de utilidad pública, todo producto alimentario o de primera necesidad ac-tualmente almacenado en París, en los comercios al por mayor o al por menor, garantizando a éstos el pago de los productos después de la guerra, por medio de un reconocimiento de las mercancías expropiadas y detalladas a los precios de factura;


Elegir en cada calle o al menos en cada barrio una comisión encargada de inventariar los objetos de consumo y de declarar a sus poseedores actuales personalmente responsables frente a la administración municipal;


Repartir las provisiones clasificadas por su naturaleza entre todos los habitantes de París, por medio de bonos que les serán entregados periódicamente en cada distrito de manera proporcional al : 1º número de personas que componen la familia de cada ciudadano; 2º la cantidad de productos consumibles constatados por las comisiones arriba indicadas; 3º la probable duración del sitio.

Las municipalidades deberán asegurar también a todo ciudadano y a su familia la vivienda que les es indispensable.


3º DEFENSA DE PARÍS


Hacer elegir inmediatamente por la guardia móvil a los los jefes que la deben dirigir, ya que los que la rigen actualmente le han sido impuestos hasta hoy;

Agrupar con la mayor rapidez a los elementos dispersos de este heroico ejército, a quien la traición de sus jefes ha dejado que lo aplasten o disuelvan y quien, organizado para someter al país, no ha bastado para defenderlo;

Entregar, con la mayor rapidez, armas de largo alcance a los ciudadanos y distribuirles al mismo tiempo la cantidad de cartuchos y municiones de guerra suficientes para que puedan repeler todo posible ataque.

Preparar, encargando de ello a los veinte comités de distrito, los medios materiales y la organización del personal necesario para la defensa especial de cada barrio;


Asignar a los diversos servicios de la defensa todos los locales libres, tales como los pisos abandonados y monumentos públicos;

Utilizar para todos los trabajos de defensa a los habitantes que, por el motivo que sea, no hayan sido llamados a contribuir como guardias nacionales;

Establecer un control popular de todas las medidas tomadas para la defensa;

Preparar desde ahora los puestos de defensa interior, las comunicaciones secretas y todos los ingenios de destrucción susceptibles de ser empleados contra el enemigo, incluso por las mujeres y por los niños, ya que el París republicano está resuelto, antes que a rendirse, a sepultarse bajo sus ruinas.

4º - DEFENSA DE LOS DEPARTAMENTOS[PROVINCIAS]

Decretar el reclutamiento en masa de todos los france-ses sin excepción y la requisa general de todo lo que pue-da servir para la defensa;

Apoyar toda organización que provenga de la inicia- tiva popular y que tenga como finalidad contribuir a la salvación de la República;

Comisionar unos delegados generales para la defensa nacional, encargados de coordinarse con los repu-blicanos de los departamentos, a fin de estimular el celo patriótico de las poblaciones, combatir las maniobras reaccionarias, prevenir la traición, acelerar la marcha de voluntarios en auxilio de París y, si es necesario, morir encabezándolos.

Al presentar estas medidas de urgencia, los abajo firmantes están convencidos de que el Gobierno de la defensa nacional se apresurará a transformarlas en decretos para la salvación de la patria y de la República.

Por el Comité republicano y por delegación de los Comités de distrito:

Los miembros presentes en la reunión del 13 al 14 de septiembre,

G. CASSE.- CH.-L. CHASSIN.- F. CHATÉ.- CHAUSSE.-

COUSIN.- U. CLUSERT.- DEMAY.- CH. DUMONT.-

A. DUPONT.- N. GAILLARD.- G. GENTON.- H. HERNU.-

J. JOHANNARD.- KERN.- LANJALLEY.- LEFRANÇAIS.-

LEVERDAYS.- LONGUET.- LONGAT.- P.A. LUTZ.-

A. LECOT.- E. LÉGER.- G. MALLET.- MAINIER.-

MARCHAND.- MILLIÈRE.- MARCHAL.- MALON.-

F- MANGOLD.- MYARD.- G. MOLLIN.- R. OUDET.-

M. PORTALIER.- J. PÉRIN.- PAGNERRE.- PHILIP.-

PILLION.- PINDY.- RANVIER.- E. ROY.- E. ROULLIER.-

THÉLIDON.- THONNELIER.- TOUSAINT.- E. VAILLANT.-

J. VALLÉS.- VERTET.- M. WOOG.

 

1870-09-26 Federación Revolucionaria de las Comunas. 1ª Comuna de Lyon. Cartel


En Lyon, 26 de Septiembre de 1870, se proclamó la Federación Revolucionaria de las Comunas, en la sala de la Rotonde, el Brotteaux, durante una asamblea de unas 6.000 personas. Allí se da lectura al cartel rojo, cuyo texto es aprobado por aclamación de la asamblea, y más tarde será pegado por toda la ciudad.


Texto:


Federación Revolucionaria de las Comunas


La situación desastrosa en la que se encuentra el País; la

impotencia de los poderes oficiales y la indiferencia de las clases

privilegiadas han puesto a la Nación francesa al borde del

precipicio.

Si el Pueblo organizado revolucionariamente no se apresura a

actuar, su futuro está perdido, la Revolución está perdida, todo

está perdido. Inspirándose en la inmensidad del peligro y

considerando que la acción desesperada del Pueblo no debe ser

retrasada ni un solo instante, los delegados de los Comités

federados de Salvación de Francia, reunidos en el Comité Central,

proponen adoptar de inmediato las siguientes resoluciones:


Artículo 1º .- Habiendo devenida impotente, la máquina

administrativa y gubernamental del Estado queda abolida.

El pueblo de Francia entra en plena posesión de sí mismo.

Art. 2 .- Todos los tribunales criminales y civiles quedan

suspendidos y reemplazados por la justicia del pueblo.

Art. 3 .- Se suspende el pago del impuesto y de las hipotecas. El impuesto se sustituye por las contribuciones de las comunas federadas, recayentes en las clases ricas, proporcionalmente a las necesidades de la salvación de Francia.

Art. 4 .- El Estado, estando abatido, no podrá ya intervenir en el pago de las deudas privadas.

Art. 5 .- Se anulan todas las organizaciones municipales existentes y se sustituyen en todas las comunas federadas por Comités de salvación de Francia, que ejercerán todos los poderes bajo el control inmediato del Pueblo.

Art. 6 .- Cada comité de capital de departamento enviará dos delegados para fundar la Convención revolucionaria de Salvación de Francia.

Art. 7 .- Esta Convención se reunirá inmediatamente en el Ayuntamiento de Lyon, por ser la segunda ciudad de Francia y la más cercana a actuar enérgicamente en la defensa del país.


Esta Convención, apoyada por la totalidad del Pueblo, salvará Francia.

¡¡¡A LAS ARMAS!!!

E.-B. SAIGNES, RIVIERE, DEVILLE, BAJON (de Tarare), François FAVRE,

Louis PALIX, B. PLACET, BLANC (G), Ch. BEAUVOIR , Albert RICHARD,

J. BISCHOFF, DOUBLE, H. BOURRON, M. BAKUNIN, PARRATON,

A. GUILLERMET, COIGNET hijo mayor,P.-J.PULLIAT, LATOUR, GUILLO,

SAVIGNY, J. GERMAIN, F. CHARVET, A. BASTELICA (de Marsella),

DUPIN (de St-Etienne), Narcisse BARRET.

 

1871-01-06 Declaración de delegados de los 20 Distritos de París.

AL PUEBLO DE PARÍS

Los Delegados de los Veinte Distritos de París

El Gobierno que, el 4 de septiembre, se encargó de la defensa nacional ¿ha cumplido su misión? - ¡No!


Somos 500.000 combatientes ¡y 200.000 Prusianos nos acorralan! ¿De quién es la responsabilidad, si no de los que gobiernan? Solo han pensado en negociar, en vez de fundir cañones y fabricar armas.

Se han negado al reclutamiento en masa.

Han dejado en sus puestos a los bonapartistas y metido en la cárcel a los republicanos.


Sólo se han decidido a actuar contra los Prusianos después de dos meses, tras el 31 de Octubre.


Con su lentitud, su indecisión, su inercia, nos han conducido hasta el borde del abismo: no han sabido ni administrar ni combatir, a pesar de que tenían entre sus manos todos los recursos, los alimentos y los hombres.

No han sabido comprender que, en una ciudad sitiada, todo lo que sostiene la lucha para salvar la patria posee un derecho igual a recibir de ella la subsistencia; no han previsto nada: donde debería haber abundancia, ellos han provocado la miseria; la gente muere de frío, ya casi de hambre: las mujeres sufren; los niños languidecen y fenecen.

La dirección militar es más deplorable todavía: salidas sin objeto; luchas mortíferas, sin resultados; fracasos repetidos, que podrían desmoralizar a los más bravos; París bombardeado. -- El Gobierno ha mostrado su talla; nos mata.- La Salvación de París exige una decisión rápida. - El Gobierno sólo responde con amenazas a los reproches de la opinión pública. Declara que mantendrá el ORDEN, - como Bonaparte ante Sedan.

Si los hombres del Ayuntamiento tienen todavía algo de patriotismo, su deber es retirarse, dejar que el pueblo de París tome en sus manos la tarea de su liberación. La Municipalidad o la Comuna, como quiera llamársele, es la única salvación del pueblo, su único recurso contra la muerte.

Toda incorporación o intromisión del poder actual sólo sería una chapuza, que perpetuaría los mismos errores, los mismos desatres. La continuación de este régimen es la capitulación, y Metz y Ruan nos enseñan que la capitulación no es solo todavía y siempre la hambruna, sino la ruina y la vergüencia. Es el ejército y la Guardia nacional transportados prisioneros a Alemania y desfilando en las ciudades entre los insultos del extranjero; el comercio destruido, la industria muerta, las contribuciones de guerra aplastando París: esto es lo que nos prepara la impericia o la traición.

El Gran Pueblo del 89, que destruyó las Bastillas y derrocó los tronos ¿esperará, en una desesperación inerte, que el frío y la hambruna hayan helado en su corazón, cuyos latidos cuenta el enemigo, su última gota de sangre? - ¡No!

La población de París no querrá jamás aceptar estas miserias y esta vergüenza. Sabe que todavía está a tiempo, que unas medidas decisivas pueden permitir a los trabajadores vivir, a todos combatir.

Requisa general, Racionamiento gratuito,

Ataque en masa.

La política, la estrategia, la administración del 4 de sep-tiembre, continuidad de las del Imperio, están bajo juicio.

¡PASO AL PUEBLO! ¡ PASO A LA COMUNA!

Los Delegados de los Veinte Distritos de París.

 

1871-03-04 Declaración de la Guardia Nacional Comuna de París.

COMITÉ CENTRAL DE LA GUARDIA NACIONAL


El Comité central de la Guardia nacional, nombrado en una asamblea general de delegados representantes de más de 200 batallones, tiene por misión constituir la federación republicana de la Guardia nacional, para que esté organizada de manera que pueda proteger al país mejor de lo que han podido hacerlo los ejércitos permanentes, y para defender, por todos los medios posibles, la República amenazada.

El Comité central no es un Comité anónimo: es la reunión de mandatarios, de hombres libres que conocen sus deberes, que afirman sus derechos, y quieren fundar la solidaridad entre todos los miembros de la Guardia nacional.

[El Comité central] protesta, por tanto, contra todas las imputaciones que pretenden desnaturalizar la expresión de su programa para entorpecer su realización. Sus actos siempre han estado firmados; sólo han tenido un móvil: la defensa de París. Rechaza con desprecio las calumnias que pretenden acusarlo de incitación al pillaje de armas y municiones y a la guerra civil.

La expiración del armisticio, sobre cuya prolongación calló el Diario oficial del 26 de debrero, había excitado la emoción legítima de todo París. El reinicio de las hostilidades significaba, en efecto, la invasión, la ocupación y todas las calamidades que sufren las ciudades conquistadas.


También la fiebre patriótica que, en una noche, sublevó y levantó en armas a toda la Guardia nacional, no fue más que el resultado de la influencia de una comisión provisional nombrada para la elaboración de los estatutos: fue la expresión real de la emoción sentida por la población.


Cuando el tratado relativo a la ocupación fue oficialmente conocido, el Comité central, mediante una declaración publicada con carteles por París, animó a los ciudadanos a asegurar con su ayuda enérgica la estricta ejecución de este tratado.


La Guardia nacional retomaba el derecho y el deber de proteger, de defender, sus hogares amenazados. Rebelada en bloque, espontáneamente, ella sola, con su actitud, ha sabido hacer de la ocupación prusiana una humillación para el vencedor.

¡VIVA LA REPÚBLICA!

París, 4 de marzo de 1871

Firmas:


Arnold. Fleury. Matté.

Jules Bergeret. Frontier. Muttin.

Bouit. Gastaud. Ostyn.

Castioni. Henry Fortuné. Piconel.

Chauvière. Lacord. Pindy.

Chouteau. Lagarde. Prudhomme.

Courty. Lavalette. Varlin.

Dutil. Maljournal. Henry Verlet

Viard.

 

1871-03-20 Control de la telegrafía. Comuna de París.


COMITÉ CENTRAL

Ciudadanos:


Al dejar París, el poder que acaba de derrumbarse bajo el desprecio

popular ha paralizado, ha desorganizado todos los servicios publicos.

Una circular ha ordenado a todos sus empleados que vayan a Versalles.


La telegrafía, ese servicio público útil entre los que más en estos

momentos de crisis suprema, de renovación, no ha sido olvidada en este

complot monárquico. Todos los servicios, todas las comunicaciones con

las provincias están interrumpidos. Se nos quiere traicionar. Todos los

empleados superiores y muchos subalternos están ya en Versalles.


Señalamos al Pueblo de París este proceder criminal. Es una nueva trampa penosa en este gran proceso entre Pueblos y reyes.


Mientras tanto y para consagrar en su totalidad a la obra del momento

las fuerzas que nos quedan, suspendemos, el servicio telegráfico

privado en París.


El Director general,

J. Lucien COMBATZ

El Director general de telégrafos queda autorizado para suprimir hasta nueva orden la telegrafía privada en París.

París, 20 de marzo de 1871

Por el Comité:

L. BOURSIER, GOUHIER, E. MOREAU

 

1871-03-23 Proclamación 2ª Comuna de Lyon.


COMUNA DE LYON


El Comité democrático de la Guardia nacional del Ródano,

El Comité central democrático de la Alianza republicana del Ródano, a los Lyoneses.


¡CIUDADANOS!


La Comuna acaba de ser proclamada desde lo alto del balcón del Ayuntamiento, con los aplausos frenéticos de toda la población.

Nuestra ciudad, que el 4 de septiembre fue la primera en proclamar la República, no podía tardar en imitar a París.


Honor a esta enérgica y valiente población lyonesa.

Acaba de tomar parte en el restablecimiento de la libertad y de la verdadera República.

Acaba de tomar el mando de sus intereses, demasiado largo tiempo absorbidos por el Poder central.

Con la Comuna, Ciudadanos, tendremos un poder único, que concentrará en sus manos la Fuerza armada y la Policía municipal.

Con la Comuna, los impuestos se aligerarán, el dinero público ya no será despilfarrado, se crearán y pondrán en funcionamiento instituciones sociales, esperadas con una legítima impaciencia por los trabajadores.

¡Ciudadanos, para nuestra Ciudad comienza una nueva era!

¡Cuántos sufrimientos y miserias serán aliviados en la espera de que desaparezca la odiosa plaga social llamada Pauperismo!

Que los habitantes se mantengan en calma y dignos en su victoria; que tengan confianza, y pronto el orden y la prosperidad ya no serán palabras vanas.


Demostremos con nuestra actitud a los enemigos de la verdadera libertad que el Pueblo no confunde jamás esta sublime institución llamada COMUNA con los excesos de los que se le acusa con gusto.

Pronto nuestros propios detractores se verán obligados a reconocer que el Pueblo es digno de ser gobernado por las instituciones republicanas.


Estemos unidos y mantengámonos armados para sostener la República una e indivisible.

¡VIVA LA COMUNA! ¡VIVA LA REPÚBLICA!


Por el Comité de la Guardia nacional:

LACONDAMINE, MALARD, JERRICARD, A. DELMAS, FRANQUET.

Por el Comité democrático de la Alianza republicana:

BRUN, ROLAND, presidentes; GOUTORBE, CHAPITET, secretarios.

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