Todos sabemos sobre la segunda ruta de la seda y la guerra comercial en las que está involucrado el gobierno chino, pero no todos saben como entra Huawei en esos dos conflictos.
La empresa, que ya todos sabemos funciona con el sistema de cooperativa, no es solo una de las principales empresas de celulares a nivel mundial sino que también es un gran desarrollador de tecnología de telecomunicaciones, como demuestra la construcción del cable submarino que conecta a algunos países del este de África con Asia, brindandole acceso al internet a millones de personas. Esta empresa es una pieza clave en el avance de China en el continente africano, el cual se volvió un sitio de derrota para la influencia europea y estado unidense, dado que el gobierno chino le brinda a los pueblos de África inversiones y prestamos accesibles, asesoramiento económico, y principalmente ayuda en construcciones de infraestructura sin condiciones perjudiciales (a diferencia del FMI).
Este fue uno de los motivos por el cual el gobierno de Trump puso en la mira a Huawei, en un intento de frenar la caída de la hegemonía de su país en el mundo. Estos hechos se profundizan cuando tomamos en cuenta otros proyectos del gigante asiático en el mundo, la expansión de la red 5G en Rusia, el desarrollo de la energía eólica y fotovoltáica en Cuba para ayudarlos a alcanzar su independencia energética, entre otros proyectos financieros y teconológicos a lo largo del mundo.
A pesar de los fracasados intentos de Estados Unidos y sus aliados imperialistas en el mundo, la victoria de China es algo inevitable, por que controla la mayor parte de la producción tecnológica del mundo. La presencia de Huawei en el mercado mundial, propiciará el ascenso del movimiento obrero mundial, mediante el modelo cooperativista - donde la empresas son propiedad de los trabajadores -, y el peso de China en la geopolítica, representa un ascenso de gobiernos socialistas y comunistas en todo el planeta.
Podríamos decir, a modo de resumen, que esta guerra contra Huawei no es más que el intento de la burguesía internacional y del capital conectrado de intentar ganar un poco más de tiempo de vida en esta lucha, de carácter natural, hacia la transición al socialismo.
Lo decía el gran Miguel Hernández, la rueda de la historia gira inevitablemente hacia el comunismo, no se puede evitar.
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