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El Marxismo

por V.I.Lenin.

Marx fue el genial continuador de las tres corrientes ideológicas principales del S.XIX, pertenecientes a los tres países más avanzados de la humanidad: la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, las cuales fundió en una unidad superior. La consecuencia y la unidad notables, reconocidas aun por los adversarios de Marx, de las ideas de este último, exigen que la exposición del contenido principal del marxismo, LA DOCTRINA ECONÓMICA <<mayúsculas por Agitación>> sea precedida de un resumen complejo de las concepciones de Marx.


El socialismo


…Marx deduce entera y exclusivamente de la ley económica del movimiento de la sociedad contemporánea lo inevitable de la trasformación de la sociedad capitalista en socialista. La socialización del trabajo de millares de formas que avanzan con una rapidez creciente y que se manifiestan con un relieve particular, en el incremento de la gran producción, en los carteles, sindicatos y trusts de los capitalistas, así como en el gigantesco desarrollo de las proporciones y del poder del capital financiero: he ahí la principal base material del advenimiento inevitable del socialismo. El motor intelectual y moral, el ejecutor físico de esa transformación es el proletariado, educado por el capital mismo. Su lucha contra la burguesía, que se manifiesta en formas diversas y cada vez más ricas de contenido, se convierte inevitablemente en lucha política, dirigida hacia la conquista del poder político por el proletariado (“dictadura del proletariado”). La socialización de la producción no puede dejar de conducir a la transformación de la propiedad privada de los medios de producción en propiedad de la sociedad, a la “expropiación de los expropiadores”. El inmenso aumento del rendimiento del trabajo, la reducción de la jornada, la sustitución de los restos, de las ruinas de la pequeña producción primitiva, dispersa, por el trabajo colectivo perfeccionado, he ahí las consecuencias directas de dicha transformación. El capitalismo rompe definitivamente la conexión entre la agricultura y la industria, pero al mismo tiempo, con su desarrollo elevado, prepara nuevos elementos de dicha conexión, la unión de la industria con la agricultura sobre la base de la aplicación consciente de la ciencia y la combinación del trabajo colectivo, una nueva distribución de la población humana (con la supresión tanto de la diseminación rural, del aislamiento del mundo, como de la aglomeración antinatural de masas gigantescas en las grandes ciudades). La nueva forma de la familia, las nuevas condiciones en la situación de la mujer y en la educación de las nuevas generaciones se hallan preparadas por las formas superiores del capitalismo contemporáneo.


“El trabajo femenino e infantil, la descomposición de la familia patriarcal por el capitalismo, toman en la sociedad de nuestros días las formas más horribles, más sombrías y repugnantes. Pero, sin embargo, la gran industria, al otorgar un papel decisivo en el proceso social y de organización de la producción, fuera de la esfera del hogar doméstico, a las mujeres, a las jóvenes y a los niños, crea la base económica de una forma superior de familia y de relaciones entre los sexos. Naturalmente, es igualmente absurdo considerar como absoluta la forma de familia crisitano-alemana, como la griega o romana antiguas o la oriental, las cuales, dicho sea de paso, en relación una con otra, forman una categoría histórica única de desarrollo.

Es evidente que la composición de un personal obrero combinado por medio de individuos de uno y otro sexo y de distintas edades, composición que, en su forma capitalista elemental, grosera, en la cual el obrero existe para el obrero, es una fuente dolorosa de ruina y de esclavitud, es evidente, repetimos, que bajo las condiciones correspondientes debe convertirse inevitablemente, a la inversa, en fuente de desarrollo humano”. (El Capital, tomo I, fin del cap. XIII.)

El sistema fabril nos muestra “…el embrión de la educación de la época del porvenir, cuando para todos los niños de una edad determinada el trabajo productor será combinado con la enseñanza y la gimnasia no sólo como uno de los medios para el aumento de la producción social, sino como el único medio de desarrollo integral de los hombres”. (Ob.cit.)

Sobre ese mismo terreno histórico, no sólo en el sentido de la explicación exclusiva del pasado, sino también en el de la previsión valerosa del porvenir y de la acción práctica audaz encaminada a la realización del mismo, plantea Marx, el socialismo y las cuestiones de la nación y del Estado. Las naciones son un producto y una forma inevitables de la época burguesa de la evolución social. Y la clase obrera no habría podio fortalecerse, crecer, consolidarse, sin “formarse en los límites de la nación”, sin “ser nacional” (aunque en un sentido completamente distinto de como comprende esto la burguesía). Pero el desarrollo del capitalismo va quebrantado cada día más las barreras nacionales, destruye el particularismo nacional, coloca en lugar de los antagonismos nacionales los antagonismos de clase. Por esto en los países capitalistas desarrollados es una verdad completa que “los obreros no tienen patria” y que “la unión de los esfuerzos” de los obreros, de los países civilizados por lo menos, “es una de las primeras condiciones de la emancipación del proletariado”. (Manifiesto Comunista).

El Estado, esto es, la violencia organizada, surgió inevitablemente en una fase determinada de evolución de la sociedad cuando ésta se dividió en clases irreconciliables, cuando no pudo subsistir sin “poder”, situando aparentemente por encima de la sociedad, colocado hasta cierto punto al margen de la misma. Surgido en el seno de las contradicciones de clase, el Estado se convierte en “…el Estado de la clase más fuerte, económicamente dominante, la cual, con su exilio, se troca asimismo en la clase políticamente dominante y de este modo adquiere nuevos medios para la sumisión y la explotación de la clase oprimida. Así, el Estado antiguo era ante todo un Estado de esclavistas, para la sumisión de los esclavos; el Estado feudal, un órgano de la nobleza para la sumisión de los campesinos siervos, y el Estado representativo moderno es el instrumento de explotación de los obreros asalariados por el capitalismo”. (Engels, Origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado), donde expone los puntos de vista suyos y de Marx.)

Incluso la forma más progresiva y libre del Estado burgués –La república democrática- no elimina en lo más mínimo este hecho y lo único que hace es modificar su forma (conexión del gobierno con la Bolsa, venalidad directa e indirecta de los funcionarios y de la prensa, etcétera).


El socialismo, al traer aparejada consigo la desaparición de las clases, produce la desaparición del Estado.

“El primer acto –dice Engels, en el Anti-Dühring- con el cual el Estado obrará realmente como representante de toda la sociedad –la expropiación de los medios de producción en beneficio de la sociedad entera- será al mismo tiempo su último acto independiente como Estado. La intervención del poder público en las relaciones sociales irá resultando superflua en todos los terrenos y cesará por sí misma. El gobierno de los hombres será sustituido por la administración de las cosas y la regulación del proceso de producción. El Estado no será “abolido”, sino que “irá muriendo”.


“La sociedad, que organizará la producción sobre la base de asociaciones de productores iguales y libres, colocará la máquina del Estado en el sitio que entonces será más apropiado para ella: el museo de antigüedades, junto con el huso y el hacha de bronce”. (Engels, Origen de la familia…)


Finalmente, en lo que concierne a la actitud del socialismo de Marx con referencia a los pequeños campesinos que subsistirán en la época de la expropiación de los expropiadores, es necesario indicar una declaración de Engels que interpreta el pensamiento de Marx:

“Cuando dispongamos del poder del Estado no pensaremos en expropiar violentamente a los pequeños campesinos (con indemnización o no, lo mismo da) como nos veremos obligados a hacer con los grandes terratenientes. Nuestra misión con respecto a los pequeños campesinos consistirá ante todo en convertir en producción cooperativa su producción y su propiedad privadas, pero no violentamente sino por medio del ejemplo y la oferta del apoyo social para ese fin. Entonces, naturalmente, dispondremos de medios suficientes para demostrar al campesino todas las ventajas de dicha transformación, ventajas que le deben ser ya explicadas actualmente”.


El desarrollo completo del presente texto, que incluye: El materialismo filosófico, La dialéctica, La interpretación materialista de la historia, La doctrinaxx económica de Marx y La táctica de la lucha de clases del proletariado, se subirán en publicaciones futuras.

 

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