Desde el golpe de Estado contra Pedro Castillo, el 7 de diciembre de 2022, las represiones decretada por el gobierno interino de Dina Boluarte han dejado un saldo de 54 muertes, 772 heridos, 378 detenidos y 16 ataques al periodismo.
22 de enero de 2023.
En Lima, la policía ingresó por la fuerza a la Universidad de San Marcos rompiendo una enorme reja con un vehículo antimotines y detuvo a decenas de manifestantes indígenas y estudiantes que viven allí, de forma arbitraria y sin razones,
El jueves las regiones Amazonas y La Libertad, ambas en el norte, y Tacna, que es frontera con Chile, fueron incluidas en el estado de emergencia. Con ello casi un tercio del país, que tiene 25 regiones, está afectado por este régimen.
La peor parte se la llevan los manifestantes de izquierda y los pueblos indígenas, pues si bien es cierto que en los últimos meses la mayoría rompieron con el gobierno de Castillo, reprimirlos y humillarlos es un acto simbólico para la policía.
De esta manera, en todo el país se ve corte de rutas y calles, columnas de obreros y campesinos, barricadas y enfrentamientos con la fuerza represiva del Estado. Es tan grave la situación que la dictadura cerro el acceso a las ruinas del Machu Pichu.
Al menos 400 turistas quedaron varados en Aguas Calientes / MachuPicchu, el pueblo al pie de la montaña de la urbe de piedra incaica que es una joya turística de Perú. Todavía no les han dado una respuesta.
Para el régimen y sectores aliados en el Congreso, entre los manifestantes hay elementos terroristas que deben ser exterminados. Dina Boluarte negó el pedido de nuevas elecciones y el estado de sitio durara hasta mediado que logren frenar las manifestaciones.
Ante esta situación el pueblo en la calle piden que cese el estado de sitio y las masacres, el cierred el Congreso por ser cómplice de la dictadura, la renuncie Dina y sus funcionarios, nuevas elecciones democráticas y que se abra un proceso constituyente.