Por regla general, para modernizar su economía los países en vías de desarrollo introducen técnicas y procesos de producción de los países desarrollados. Sin embargo, los coreanos todo lo hacen con sus propias fuerzas y tecnología.
Pongamos por caso la Fábrica de Trolebuses de Pyongyang. Ya en su primera etapa de modernización, logró producir con materias domésticas el 92 por ciento de los equipos. Además, hizo factible el control remoto del montaje del trolebús y estableció un sistema integrado de fabricación. Los éxitos se deben a los profesores e investigadores de la Universidad Kim Il Sung, la Universidad Tecnológica Kim Chaek y otros planteles docentes, así como a los técnicos de la fábrica.
Por su parte, la Fábrica de Cosméticos de Sinuiju, situada en la región noroeste del país, se beneficia del sistema de producción integral y todos sus procesos están automatizados y encadenados, y provistos de condiciones de funcionamiento sin operadores, en un ambiente antiséptico. La mayoría de sus equipos, como la carretilla transportadora teledirigida, fue diseñada y fabricada por técnicos y obreros calificados de la fábrica o de otras de maquinaria de la localidad.
Los científicos y técnicos coreanos fabricaron también por su propia cuenta el robot industrial de seis ejes, la cortadora de láser de fibras ópticas, etc.
En la Fábrica de Máquinas y Herramientas de Kusong inventaron fresadoras, taladradoras y pulidoras del CNC. Un equipo técnico del Complejo de Maquinaria de Ragwon fabricó un nuevo separador de oxígeno licuado.
La modernización de la economía de Corea es inimaginable al margen del incremento de la capacidad de fortalecerse con los propios medios.
Por ejemplo, el año pasado los Complejos Siderúrgicos Kim Chaek y de Hwanghae, los más importantes de la siderurgia nacional, construyeron un alto horno recalentado a inyección de oxígeno y un horno convertidor de oxígeno.
Estos son adecuados a la realidad de Corea, país que importa el coque y donde hay insuficiente cantidad de chatarra. Esos hornos se levantan en las fábricas metalúrgicas de diversas partes del país.
Para estabilizar la generación de la termoelectricidad, se introduce el método de ignición que prescinde de aceite pesado.
Corea, que ya tiene implantado el proceso de producción de fertilizantes, basado en la gasificación de carbón, impulsa la modernización de la base de obtención de fibras desde el junco, la fundación de la industria del C 1 y demás obras para el desarrollo de la original industria química.
Corea responde al recrudecimiento de las sanciones y el bloqueo con el mayor fomento de la economía independiente.
Hoy, tiende a la construcción de una economía del conocimiento y se plantea como una de sus prioridades la mejora de la vida de la población.
Protagonizadas por las universidades y los centros de investigación, se crean industrias más recientes como la informática, la nanotecnológica y la biotecnológica. Todas las esferas experimentan la fusión de las ciencias y técnicas con la producción, y se establece un sistema de administración y gestión en el que la producción se rige por las ciencias, técnicas y conocimientos. En las fábricas y empresas se estudia y se introduce el sistema de producción integrado, el de control automático y el método de producción verde, así como la producción y la administración tecnológica se convierten en un proceso de invención y creación.
La modernización económica se impulsa también en las industrias como la ligera, la agrícola, la ganadera, la pesquera y la de construcción y de sus materiales.
Se prevé que ella se active más gracias al lineamiento estratégico del Partido del Trabajo y el Gobierno de Corea de concentrar todas las fuerzas en la construcción de una potencia económica.
*Embajada de la República Popular Democrática de Corea en la República Federativa del Brasil.
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