Al igual que en 2009, cuando la derecha cívica en alianza con las FFAA derrocaban a Manuel Zelaya, presidente electo de Honduras, obligandolo a renunciar y exiliarse del país, hoy las fuerzas de la reaccion, de la misma manera, derrocaron al presidente electo por mas del 47% del sufragio popular, Juan Evo Morales Ayma. Estos sucesos abren un libro negro en la historia de América Latina que nos recuerda las épocas mas oscuras de la historia de nuestro continente.
Bajo el argumento de fraude electoral, la derecha boliviana y la OEA exigieron nuevas elecciones Bolivia, asegurando que hubo irregularidades. Este argumento se sostuvo en que el conteo de los votos del TSE cayo por mas de 12hs, y cuando se reanudo dio una ventaja de 10 puntos, necesaria para la victoria de Evo Morales en primera vuelta. Tras conocerse el escrutinio final, y con las protestas de la oposición, el presidente electo Evo Morales convoco a todos, incluso a la comunidad internacional, a realizar una fiscalización del escrutinio. Como respuesta, la oposición se negó al llamado de Evo Morales, y decidió realizar "Cabildos Abiertos", donde resolvieron intensificar las protestas hasta la renuncia de Evo Morales, bajo el sustento de que este habia violado la constitución al usar el Poder Judicial para candidatarse de nuevo a las elecciones, luego de haber perdido un referéndum donde se consultaba a la ciudadanía si quería o no habilitar la reeleccion de Evo Morales.
Tras jornadas de protestas, y luego del levantamiento armado de la policía, Evo Morales decidió de esta manana convocar a nuevas elecciones para evitar un derramamiento de sangre y garantizar así la paz. Sin embargo, y tal como ocurrió en Honduras en 2009, la oposición, tanto el candidato Carlos Mesa como el dirigente de Santa Cruz, Fernando Camacho, advirtieron que solo aceptarían las nuevas elecciones siempre y cuando Evo Morales y su vicepresidente, Alvaro Garcia Linera, no se presentasen a las elecciones.
Junto con eso tuvo lugar una escalada de acciones violentas contra medios de comunicación del Estado, como Bolivia TV y la Radio Patria Nueva, así como contra dirigentes: fueron incendiadas las casas de los gobernadores de Chuquisaca y Oruro, así como de la hermana de Evo Morales, Ester Morales Ayma.
El clima se puso aún más tenso cuando la COB, Central Obrera Boliviana, la central sindical mas grande de Bolivia, aseguro que si era necesario la renuncia del presidente para garantizar la paz, desde la COB exigirían la renuncia del presidente y todo su gabinete, ademas de la convocatoria a nuevas elecciones. Tras este comunicado de la COB, fue cuestión de minutos para que las FFAA se levantaran contra el gobierno y le exigieran la renuncia.
Los primeros en renunciar fueron sus ministros, quienes denunciaron que habían sido amenazados de muerte tanto ellos como sus familiares, por parte de las fuerzas golpistas. Horas después, el presidente Evo Morales y el vicepresidente, Alvaro Garcia Linera, en cadena televisiva anunciaron sus respectivas renuncias a sus cargos en el ejecutivo. Se consolido de esta manera el golpe de Estado en Bolivia, y ante este suceso, en su discurso de renuncia, Evo Morales aseguro:
"A la comunidad internacional, UE, OEA, embajadores: digan la verdad sobre este golpe de Estado. Difundan. Ser indígenas es nuestro pecado. Vamos a continuar. Si pasa algo con Evo o Álvaro va a ser responsabilidad de Mesa o Camacho".
Coincidimos con el reclamo de Evo Morales. El gobierno hizo todo lo posible para evitar la violencia y el derramamiento de sangre. Desde convocar a la oposición y la comunidad internacional a fiscalizar el escrutinio, hasta convocar a nuevas elecciones. Todos los reclamos de la oposición fueron cumplidos por el gobierno, sin embargo recurrieron al uso de la violencia para presionar su renuncia a la presidencia de Bolivia por la cual fue electo por más del 48%.
Coincidimos en que este golpe de Estado es parte de una operación del imperialismo con sus agentes locales, para frenar el proceso de cambio en Bolivia. No hay ningún argumento válido para defender lo ocurrido en nuestro país vecino. Tenemos memoria, no olvidamos de como instalaron dictaduras en nuestro continente mediante la Operación Cóndor. Dictaduras que se llevaron la vida de miles de miles de compañerxs. No puede volver a repetirse la historia, y la mejor forma de evitar el regreso de las fuerzas represivas al poder, es el repudio de la comunidad internacional al golpe de Estado en Bolivia.
No pasaran. No volverán.
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