En el último trienio, un millón y medio de familias vietnamitas salieron de la pobreza gracias a préstamos blandos facilitados por el Banco de Políticas Sociales (VBSP), y alrededor de ocho millones se beneficiaron de ese régimen asistencial.
Durante una teleconferencia hoy sobre el tema, funcionarios del ente indicaron que este, del 2016 al cierre de agosto último, desplegó una veintena de proyectos y programas a favor de las familias pobres, el estudiantado y el empleo.
Los fondos, en su mayoría, fueron aportados por empresas, gobiernos locales, organizaciones filantrópicas y sociales y particulares de dentro y fuera del país. En ese lapso el capital del VBSP ascendió a unos nueve mil millones de dólares.
Gran parte de las sumas que ha facilitado se usaron para iniciar pequeños negocios familiares que ahora les garantizan ingresos decorosos y el sustento diario. Gracias a las condiciones en que se hacen las prestaciones, las deudas consideradas incobrables no llegan al 0,50 por ciento
Creado en octubre del 2002 para implementar políticas crediticias preferenciales dirigidas a grupos desfavorecidos, el banco ha prestado desde entonces unos ocho mil millones y medio de dólares a alrededor de 32 millones de hogares pobres y otros beneficiarios del sistema de seguridad social.
Entre otros saldos positivos, ese régimen contribuyó a crear más de cuatro millones de empleos y permitió continuar estudios a una cifra similar de jóvenes pobres.
En sus casi 17 años de vida, el VBSP también financió total o parcialmente la construcción de más de medio millón de viviendas para pobres y acogidos al sistema de beneficencia, y más de 100 mil casas resistentes a tormentas e inundaciones, la mayoría en el delta del Mekong (sur).
Asimismo, mejoró el suministro de agua en términos de cantidad o calidad a unos 10 millones de ciudadanos.
El VBSP ha contribuido igualmente a prevenir prácticas predatorias de préstamos en las zonas rurales, alentado a los pobres a ahorrar dinero para asegurar su futuro, e implementado el programa nacional de reducción sostenible de la pobreza.
La erradicación de ese flagelo es uno de los mayores retos globales que enfrenta la comunidad internacional.
En la Cumbre del Milenio (2015), los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a reducir a la mitad el número de personas que pasan hambre y viven en la pobreza.
En Vietnam, la tasa de hogares pobres se redujo del 46,9 por ciento en 1992 a 27 por ciento en el año 2000 y a 5,23 por ciento en 2018.
El país también se tomó muy en serio el reto de Hambre Cero lanzado por Naciones Unidas en 2012, que abarca cinco elementos enfilados a acabar con ese flagelo, eliminar todas las formas de desnutrición y construir sistemas alimentarios sostenibles.
Fuente: Prensa Latina
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